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Insensibilidad

Observar a miles de madres buscando a sus familiares secuestrados nos debe indignar: Iglesia católica

La Iglesia llamó a los católicos a escuchar a su propio corazón para examinar qué están haciendo en su pequeño, mediano o gran campo de acción ‘sin politizar, sin polarizar, sin meter más ruido a algo que de por sí ya es escandaloso’
16/03/2025 12:48

Recuperar la escucha en primer lugar hacia las víctimas de la violencia, hacia los familiares de las víctimas y hacia todos los que pueden aportar alguna contribución que lleve a erradicar este mal que nos está arrebatando parte de nuestra humanidad, es el llamado urgente de la Iglesia católica este domingo, desde la Editorial del Semanario Desde la Fe.

“Tantas veces hemos conocido la noticia de alguien cercano que murió a manos del crimen, que hemos dejado de ser sensibles. Hemos escuchado de un muerto aquí y allá, los dos de Cerocahui, 72 en San Fernando, 43 en Ayotzinapa, 29 en Culiacán, y un gran número de desaparecidos en México”, señaló la publicación.

El llamado de la Iglesia este domingo es a observar a miles de madres, padres, hermanos, hermanas, abuelas, abuelos, buscando a sus familiares secuestrados por la delincuencia y que nos indigne.

“Tantas veces las víctimas de la delincuencia nos han gritado ‘queremos justicia’, que los hemos dejado de escuchar”, clama la Iglesia.

Hechos que deben indignar

La Editorial enumera los momentos en que como seres humanos y como cristianos católicos los hechos deben indignar.

“Un niño o un adolescente portando un arma nos debe de indignar. Un grupo de criminales golpeando con tablas a transportistas nos debe de indignar. Una persona muerta a causa de la violencia en el País nos debe de indignar. El hallazgo de una fosa común, en el lugar o la región que sea, nos debe de indignar. La desaparición forzada de una sola persona nos debe de indignar”.

Desde la Fe desnuncia que tantas veces hemos conocido la noticia de alguien cercano que murió a manos del crimen, que hemos dejado de ser sensibles.

La falta de sensibilidad, explica, se traduce en que la escucha desaparece, pero el paso inmediato es recuperarla.

“No son nuestras cifras. Son las que se han reportado tantas veces que escucharlas se vuelve cotidiano. Tantas veces nos hemos indignado a causa de la violencia que dejamos de indignarnos. En medio de este ruido ensordecedor de cifras, dolor y hechos violentos, dejamos de escuchar a quienes sufren”, detalla.

La Iglesia llama a los católicos a escuchar a su propio corazón para examinar qué están haciendo en su pequeño, mediano o gran campo de acción. “Sin politizar, sin polarizar, sin meter más ruido a algo que de por sí ya es escandaloso”.

El ejemplo de las madres buscadoras de México

Puso el ejemplo de las madres buscadoras de México y sus resultados cuando se sostienen en sus valores familiares frente al dolor y la tragedia.

“Las madres buscadoras convertidas ya en familias buscadoras nos han enseñado cómo los valores familiares sí dan resultados, cómo el amor, la fuerza y la valentía son capaces de sostenerlos incluso en los momentos más difíciles, cómo el dolor es más soportable si se acompaña en familia, en hermandad con otros que te dicen “aquí estoy para ti, pues no solo busco a mi desaparecido, buscamos al de todos”, ejemplifica la Iglesia.

Enfatiza en que aunque no lo queramos ver así, la realidad es que cada uno de sus desaparecidos son nuestros desaparecidos.

“Hacemos un llamado también, por lo tanto, a seguir el ejemplo de estas madres buscadoras, de estas familias buscadoras, y hacer nuestros los valores que a ellos los han hecho fuertes, valores que Cristo nos enseñó”.

Efectos de la ausencia de valores familiares

Incluso habla que la ausencia de los valores familiares es la raíz del rompimiento del tejido social que hace que un niño tome un arma, que los criminales torturen y asesinen, que se caven fosas clandestinas o desaparezcan a las personas.

“Es justo la ausencia de esos valores familiares que dejamos de promover, la razón por la que se rompió nuestro tejido social. Las familias buscadoras nos dejan claro que las familias son la esperanza del mundo, aún en medio del dolor y la adversidad”, finalizó Desde la Fe.