Está Estero del Yugo bajo amenaza por crecimientos de desarrollos: Bióloga
El Estero del Yugo está bajo amenaza por el crecimiento de desarrollos, manifestó la Bióloga Eunice Murúa Figueroa.
Y es que el ecosistema vital se encuentra en peligro de no aplicar con urgencia crítica un Programa de Ordenamiento Ecológico local participativo.
En Mazatlán, frente a su vertiginoso crecimiento urbano, se encuentra en un punto de inflexión, citó Eunice Murúa Figueroa.
“El caso del Estero del Yugo es un claro y alarmante ejemplo de la vulnerabilidad de los ecosistemas locales ante la falta de un POEL efectivo y la presión inmobiliaria”, citó preocupada.
La Educadora Ambiental citó que la expansión acelerada, si bien trae desarrollo, está ocurriendo sin la indispensable guía de un Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) Participativo.
“Esta omisión no es solo una falta de planificación, sino un incumplimiento directo de la legislación ambiental que pone en grave riesgo el valioso patrimonio natural del puerto y sus alrededores”, dijo.
Agregó que la administración municipal está legalmente obligada a gestionar la elaboración de este POEL, tal como lo establecen los artículos 20 Bis 4 y 20 Bis 5 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), y los artículos 57 al 61 de su Reglamento en Materia de Ordenamiento Ecológico.
“Ser omisos a esta legislación no solo fomenta un cambio de uso de suelo desordenado, sino que tiene consecuencias devastadoras para la flora y fauna que habitan este biodiverso territorio”, agregó.
Murúa Figueroa puso de ejemplo al Estero del Yugo que está bajo amenaza directa por el crecimiento de los desarrollos inmobiliarios que le rodean.
“Este humedal, de incalculable valor ecológico, se encuentra bajo una amenaza directa”, lamentó.
Explicó que la desprotección del Estero del Yugo significa dejar a la intemperie a una asombrosa diversidad biológica, que incluye: mil 187 especies de flora y fauna en total desprotección, 454 especies de plantas regionales, 216 especies de insectos, 172 especies de aves (muchas de ellas migratorias, como las que se celebran en el Día Mundial de las Aves Migratorias), 125 especies de moluscos, 46 especies de hongos, 41 especies de arañas, alacranes, etc., 31 especies de peces, 23 especies de reptiles, 15 especies de mamíferos y 55 especies adicionales que pertenecen a otros grupos menos comunes, como cangrejos, anémonas, algas, entre otros.
Destacó que esta biodiversidad no es solo un número; representa la salud del ecosistema, la provisión de servicios ambientales esenciales y un patrimonio natural irremplazable para Mazatlán.
La Participación Ciudadana y el Rol del Consejo Municipal para el Desarrollo Sustentable.
La educadora ambiental, propuso la elaboración de un programa participativo como la vía para asegurar que estas áreas críticas sean debidamente identificadas y protegidas.
“En Mazatlán, existe una estructura valiosa para este fin: el Consejo Municipal para el Desarrollo Sustentable de Mazatlán. Este Consejo está integrado por profesionales con profunda experiencia y conocimientos en diversas materias ambientales y de desarrollo sostenible. Su participación activa y su capacidad para aportar información valiosa, científica y fundamentada son cruciales para que el POEL refleje la realidad ecológica del municipio y proponga soluciones viables y efectivas”.
Consideró que la inclusión de este Consejo y de otros actores sociales garantiza que el POEL no sea solo un documento impuesto, sino un consenso informado que: “Permita definir con precisión las zonas que deben protegerse por su importancia ecológica, como el Estero del Yugo, que armonice el desarrollo urbano con la conservación, evitando futuros conflictos y degradaciones y genere un compromiso colectivo para el cumplimiento de sus directrices, transformando la teoría en acción real”.
“Un futuro sostenible requiere acción inmediata y Mazatlán se encuentra ante una decisión fundamental de permitir que el crecimiento desordenado siga erosionando su capital natural, o tomar las riendas de su desarrollo a través de la implementación obligatoria y participativa de un Programa de Ordenamiento Ecológico”.
Así que invitó a la protección de la riqueza biológica, especialmente de sitios como el Estero del Yugo, no solo como una responsabilidad ambiental, sino como una inversión estratégica en el futuro económico y social del puerto.
“Es tiempo de que la legislación se cumpla y de que la visión a largo plazo prevalezca sobre las presiones inmediatas, asegurando un Mazatlán próspero y en equilibrio con su invaluable entorno natural”, finalizó la entrevista.