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Iglesia

Cardenales se encierran en Capilla Sixtina para Cónclave; en misa previa piden unidad

Este miércoles inicia el proceso para la designación del próximo Papa de la Iglesia católica

07/05/2025 09:00

Los 133 cardenales electores de un sucesor del Papa Francisco ingresaron en procesión a la Capilla Sixtina para iniciar el Cónclave, procedentes de la Capilla Paulina, donde rezaron las Letanías de los Santos.

Los cardenales entraron a la Capilla Sixtina entonando cánticos litúrgicos.

Tras una oración, el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de El Vaticano, leyó la fórmula de juramentación ante los 133 cardenales electores, para que prometieran respetar las prescripciones y de resultar electos como nuevo pontífice, respetarán los valores como pastor de la Iglesia universal.

Uno por uno, por orden de antigüedad, los cardenales prestan juramento individual. “Y yo prometo, me comprometo y juro. Que Dios y estos Santos Evangelios que toco con mi mano me ayuden”, indicaron los “príncipes de la Iglesia”.

Antes, los cardenales participaron en el solemne canto gregoriano, dentro del Palacio Apostólico de El Vaticano, en el que imploraron la intercesión de los santos, previo a elegir al próximo pontífice católico.

Más temprano, participaron en una misa en la Basílica de San Pedro, donde el llamado fue a la unidad. El rito en la Capilla Paulina marcó formalmente el comienzo del proceso de elección de quien será sucesor del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025.

La letanía, pronunciada en latín, es parte de una antigua tradición que precede a la fórmula “Extra omnes”, con la que se solicita que todos los no electores abandonen el recinto, dejando a solas a los cardenales con su conciencia y su voto.

La liturgia, conocida como “Pro Eligendo Romano Pontefice” (Misa para la elección del Pontífice romano), dio inicio a las 10:00 horas locales. El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, quien presidió la eucaristía, llamó a “mantener la unidad de la Iglesia”, de cara al momento “difícil, complejo y convulso” que enfrentará el futuro líder espiritual de mil 400 millones de católicos.

El 6 de mayo de 2025, los cardenales celebraron su último día de reuniones previas al Cónclave, durante el cual el anillo de pescador de Francisco y su sello oficial fueron destruidos, en uno de los últimos ritos formales de la transición de su Pontificado al siguiente.

EL CÓNCLAVE

La Capilla Sixtina recibió a los 133 cardenales que participarán en la elección del nuevo Papa. Varias hileras de mesones con telas marrones y rojas, sobre las cuales aparecen los nombres de cada elector.

Frente a los frescos del “Juicio Final”, que Miguel Ángel pintó en el siglo XV, los cardenales solo votarán “en presencia de Dios”, bajo solemne silencio.

En el primer día está prevista una sola votación, en la que no se espera que nadie obtenga la mayoría de dos tercios requerida -al menos 89 votos- para proclamar al 267 Pontífice.

De ser así, los cardenales votarán cuatro veces a partir del jueves: dos por la mañana y dos por la tarde. Los purpurados juraron mantener en secreto los detalles de todo el proceso y servir fielmente al nuevo Papa.

Los cardenales no tendrán contacto con el mundo exterior hasta elegir al nuevo Papa. No habrá teléfonos, internet, televisión, prensa. Celebrarán cuatro votaciones diarias, salvo el primer día que solo se hará una.

Solo los cardenales menores de 80 años de edad -casi 80 por ciento designados por el jesuita argentino- podrían votar en las elecciones papales.

Uno de los cardenales deberá obtener dos tercios -89 votos- necesarios para elegir al titular del trono de San Pedro. Sufragarán hasta que un candidato obtenga una mayoría de dos tercios.