Óscar García Osuna: 37 años diciendo ‘sí’ a la educación, al arte de ayudar y a tocar almas
Óscar García Osuna no se fue de Tecmilenio, se queda en cada historia que ayudó a escribir, en cada alumno al que inspiró, en cada “sí” que dijo cuando no sabía lo que venía.
Este año culmina 37 años de trayectoria educativa, la mayoría al frente del Tecmilenio Mazatlán, y su despedida es todo menos convencional, ya que es honesta, emotiva y profundamente humana.
”Cada ser humano es un libro diferente”, dice, mientras recorre con la mirada su oficina, donde nada es igual, salvo las sillas.
”Porque todos los que nos sentamos aquí tenemos el mismo peso para tomar decisiones. Lo único igual son las sillas del que se siente aquí, aún el que venga de coach es igual que yo, yo no soy más que él. Porque al final él es la respuesta, no yo”, dice.
Su camino en la educación no comenzó en un aula sino en un despacho contable. Óscar era auditor a los 19 años y trabajaba con empresas pesqueras, pero la vida y su necesidad casi compulsiva de ayudar lo llevó a decir “sí” a cosas que no entendía del todo, como el teatro.
”Llegó al Tec cuando estaba en la avenida Ángel Flores, en el primer edificio que estuvo (aquí en Mazatlán), pero porque ahí estudiaba la mamá de mis hijos. Y ahí Teofilo Ugalde me invita a participar en teatro. Yo no sabía ni madres de teatro, pero acepté. Después me piden dar una clase de emprendedores. Y otra vez dije que sí”, recuerda.
Aquel “sí” sería el primero de muchos que, sin saberlo, lo llevarían a construir uno de los campus más sólidos de Tecmilenio en el país.
“Ayudar me ha metido en unos broncones, pero también me ha dejado aprendizajes de vida”, confiesa.
Tecmilenio en Mazatlán
La historia del Tecmilenio en Mazatlán también es la historia de un grupo de soñadores.
Nombres como Abraham Toledo, los hermanos García, Miguel Valadés, Rodrigo Rodríguez y muchos más se propusieron traer al puerto una educación diferente.
”Don Antonio donó el terreno. Abraham quedó como presidente. No había nada físico, pero sí una pasión enorme”, rememora.
Pasaron de un espacio en Ángel Flores, a una casa en la Plazuela Zaragoza, un espacio por la Avenida Ejército Mexicano, otro la Colonia Genaro Estrada, y luego a La Marina, donde “entraban las vacas, no había bardas ni ventanas”. Pero había visión, había comunidad.
En 2008, tras años de dirección, fue nombrado vicerrector. Estuvo cinco años en el cargo, viajando por todo el país.
”Pero decidí regresar a Mazatlán por mi hijo, no quise mudarme a Guadalajara ni Monterrey. Esta es mi base, y sigue siendo mi base”, dijo.
Aprendió a reinventarse
García Osuna no se define solo como educador, se asume como alguien en proceso constante de reinvención, su paso por Tecmilenio también lo transformó a él.
“Tecmilenio me reinventó, me conecté con la ciencia del bienestar, con la educación positiva... y primero empecé a estar bien yo para poder ayudar”, dijo.
Ese aprendizaje se convirtió en su primer libro, un proyecto que él describe como “divulgativo, pero también terapéutico”.
El texto fue curado por siete expertos internacionales, y será próximamente presentado con invitados de países como Argentina y España.
“No es solo la mirada de Óscar, es una obra hecha en equipo, con gigantes”.
Y ahí lanza una de sus frases más poderosas: “Uno es un enano cargado en hombros de gigantes”.
Así define su actuar todos estos años en Tecmilenio, ya que asegura que estuvo cargado por grandes gigantes.
El sentido de propósito
La espiritualidad también atraviesa su visión, pero aclara: “No hablo del Dios religioso, sino de ese ser que te guía, que te dice: ‘para esto estás aquí’”.
Desde chico dijo que lo movía una cosa, el ayudar. Aunque eso lo pusiera en situaciones dolorosas.
“A veces, hasta la gente que más quieres es la que más te daña. Hay que aprender a podar, como los árboles. Y eso es para florecer”.
A lo largo de su carrera, también ha sido consciente de la vulnerabilidad del líder educativo.
“¿Quién cuida al cuidador? Porque tú todo el día estás expuesto, eres vulnerable y ¿quién te cuida a ti?”.
Por eso, al nuevo director, su primer consejo fue claro: Prepárate para que te juzguen.
“Al nuevo director, lo primero que le digo es, ‘oye, cuidado, antes eran seis o siete, o van a ser 40 los que te juzguen’. Y no es porque sean malas personas, porque es más fácil culpar al otro, juzgar al otro. El líder tiene que estar preparado. Si no estás preparado para eso y quieres quedar bien con todo el mundo; por eso la psicología positiva se confundió con el pensamiento positivo”.
“Psicología positiva y educación positiva no significa que el niño va a hacer lo que quiera. Que de una manera diferente se le va a formar para que él descubra qué quiere hacer, descubra qué le gusta, descubra qué son sus valores, descubra cuales son sus fortalezas”.
Entendió que enseñar no es dar respuestas
Si algo lo marcó profundamente fue la obra de Fred Kofman, con quien conectó la idea de que el trabajo no es enseñar, sino despertar el deseo de aprender.
”Muchas veces creemos que el maestro debe enseñar, pero no. El trabajo es que el alumno quiera aprender. Si logras eso, todo cambia, porque la educación tradicional funciona sólo mientras hay gritos y control, pero cuando no estás, eso se olvida, no generaste hábitos, no construiste bienestar”, dijo.
La despedida no es el final
García Osuna compartió que lo importante en estas más de tres décadas en Tecmilenio es que se divirtió.
“No me toca a mí (calificar su trabajo), yo les puedo decir que me divertí mucho, que aprendí mucho, que crecí mucho y lo otro le toca a la historia contar. Sería muy pretencioso de mi parte, yo únicamente me levanto todos los días pidiéndole a esos gigantes que me cargan, a Dios, a la naturaleza, al universo, que lo que haga este día toque el alma de una persona”, compartió.
Pero hay señales. Personas que vienen de lejos a su presentación de libro, ex alumnos que regresan, amigos que le dicen “gracias”.
“Mi único deseo es que lo que haga hoy toque el alma de una persona. Eso basta”.
Su legado ha dejado huella, ya que este maestro-director, hoy coach de vida nacido en El Verde, comunidad de Concordia, Sinaloa que fue auditor a los 19, profesor sin querer, actor accidental y director por vocación, habla de la vida y de lo que es la felicidad.
“Definitivamente no soy el mismo Óscar de los 15 años. Soy otro, pero sigo diciendo sí.”
Presentación del libro
Óscar García Osuna, Life and Business Coach, presentará el próximo 30 de septiembre en el puerto el libro “¿Te hace sentido?”, una obra que nace en Mazatlán y se lanzará en España.
- El coach descubrió en Tecmilenio la ciencia del bienestar. ( )
- Óscar prepara la presentación de su libro “¿Te hace sentido?. ( )