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"ANSPAC"

"Liz Benítez, una enamorada de ANSPAC"

"La presidenta de la sede Mazatlán reconoce que hay un antes y un después en su vida desde su llegada a la asociación"
08/07/2019 11:22

Mazatlán._La Asociación Nacional Pro Superación AC llegó a la vida de Liz Benítez en 2007, cuando ella estaba al frente del departamento de relaciones públicas de Datemex y se creó la unidad ANSPAC en esta empresa.

La asociación tenía tres o cuatro años en el puerto y el entonces director general del Grupo Editorial, Manuel Becerra, le comunicó a Liz que ella se haría cargo para arrancar el programa.

“Estaba Manuel Becerra como director general de Datemex y me dijo, ‘Liz, tú, como relaciones públicas te vas a hacer cargo’ y en su primer momento dije, ‘por qué yo; es de recursos humanos. No me corresponde’”, recuerda.

Lo que ella no pensó es que al hacerle la propuesta, darle una explicación sobre las actividades y al empezar a meterse de lleno en la asociación, comenzó a tomarle gusto.

“Me explicaron en qué consistía la formación, los talleres, todo; que tenía que conformar un equipo de ejecutivas que dieran los temas e invitar a esposas de trabajadores para que entraran al programa; me gustó. Al cabo de tres meses, yo ya estaba enamorada totalmente de ANSPAC”, reconoce.

Primeros retos

Liz admite que iniciar el primer grupo del curso en Datemex no fue fácil, pues al invitar a las mujeres que lo integrarían, se dio cuenta que aunque les agradaba la idea, ponían excusas.

“Fue difícil porque yo, de primera instancia, dije que muy padre y todas las señoras van a querer venir, pero a la hora de empezar a invitar, te das cuenta que te ponen mil pretextos: su casa, sus hijos, que no le alcanza el tiempo”, menciona.

“Cuando lograba convencer a la esposa del trabajador, me decía, ‘bueno pues, voy a ir’, entonces me topaba con el trabajador que decía, ‘¿cómo va a venir mi esposa acá a la empresa? ¿Cómo va a estar aquí una vez a la semana?’”.

Así que su tarea fue doble, pues tuvo que luchar para que la esposa se desprendiera de su casa por unas horas a la semana y con el trabajador, a quien le dijo que si su esposa iba a la empresa, lo iba a apoyar más.

¿Qué le enamoró de ANSPAC?

“¡La formación! No es lo mismo regalar una blusa, un pan o dinero, a formar a la persona, a enseñarla a ser mejor, a darle valores; enseñarle que ella puede crear muchas cosas”, responde sin titubear.

“Que no por ser ama de casa o madre de familia nada más, no pueda tener una formación integral y aprender a valorarse, a quererse, a salir adelante por sí misma. Eso fue lo que me enamoró de ANSPAC”.

Tipos de formación

El programa contempla dos tipos de formación: moral y humana, siendo la primera un complemento para desarrollarse como persona.

“La formación moral es esa formación espiritual, de fe, de creencia, para ser una mejor persona, eso que llevas por dentro y te fortalece en los momentos duros”, considera.

“Y la formación humana es todo aquel conocimiento que te permite interactuar con tu sociedad: ser una mejor persona, una buena vecina, una buena ciudadana. Esa es la diferencia y el complemento de una con la otra”.

Además de descubrir y desarrollar el potencial espiritual que las asistentes tienen para ser mejores ciudadanos, les ayudan a practicar las capacidades que tienen para obtener un ingreso.

“Aparte, ellas descubren esas habilidades que tienen para transformar las cosas y las enseñamos a hacer manualidades de diferente tipo. En cada unidad, cada grupo dice qué quiere trabajar de manualidad”, amplía.

“Las manualistas van a los grupos y ahí dicen, ‘queremos aprender bisutería, a bordar, a tejer’, entonces se van trabajando manualidades acorde a lo que el grupo quiere y acorde también a la cuestión económica”.

Continúa que con esta enseñanza, se fomenta la economía familiar de dos maneras: ahorran un dinero que iban a gastar porque aprendieron a elaborar lo que querían comprar u obtienen ganancia porque lo venden.

¿Qué desafíos hay como presidenta?

“Crecer. Tenemos ahorita 838 personas impactadas por ANSPAC en Mazatlán, entre los programas Joven y Mujer. 519 mujeres y 319 jóvenes. El reto es tocar más corazones”, contesta decidida.

“Es impactar a la sociedad mazatleca. Mientras más mujeres preparadas tengamos, va a haber una mejor sociedad, porque sigue siendo la mujer el centro de la familia, independientemente de que trabaje o salga”.

Con esto, comenta que en la mujer continúa la labor de la transmisión de valores y de conocimientos, pues si la mamá o el ama de casa absorbe principios, los inculca en su entorno.

“Si hay una mujer que está trabajando con valores y se está preparando, lo está permeando en la familia a la hora de la comida, a la hora de transformarse, ella está tocando a la familia y a su entorno o su contexto, sus vecinos”, detalla.

“Eso es lo que queremos. Queremos abrir más unidades. Mi reto es, de aquí al siguiente ciclo, cerrar con 30 unidades del Programa Mujer, osea, abrir cuatro más; pretendemos que todas las graduadas se desdoblen y se conviertan en animadoras”.

Agrega que también está la invitación abierta a las mujeres que tienen facilidad de palabra, que han estado a frente de grupos o quieren probarse ante uno, a que se integren como animadoras y ellas las capacitan.

¿Cómo ANSPAC ha cambiado su vida?

“Mucho, me ha acercado todavía más a mi fe, me ha reforzado como mujer, me ha preparado para las etapas que estoy viviendo. Ahorita estoy en la etapa que mi nido se está quedando vacío y ANSPAC me ha fortalecido en eso”, revela.

“Hay muchos temas que te van preparando como mujer para cuando llegan esas etapas y al irlos impartiendo, me han ido ayudando; esa etapa que hace 10 años hubiera sido bien dura, hoy la he sobrellevado de la mejor manera”.

Con este aprendizaje, asegura que hay un antes y un después en su vida, porque la asociación le ha enseñado a apreciar más a su familia y ser mujer.

“Sí hay un antes y un después, claro que sí. Hoy valoro todavía más lo que es la familia, el ser mujer, cómo ayudo, cómo complemento y cómo me manejo ahora a como era antes”, concluye con satisfacción.

FRASE

“Los valores no están perdidos, ahí están; simplemente no se ponen en práctica. Los valores no se pierden o cambian, son valores universales; úsalos, rescátalos, foméntalos en tu familia. Nuestro trabajo es, mes con mes, trabajar con ellos y es picar piedra”.

Liz Benítez

Presidenta de ANSPAC Mazatlán

LABOR ADICIONAL

Además de ser presidenta de ANSPAC Mazatlán, es animadora en la Unidad de San Juan Apóstol, a donde va a dar un tema cada mes.