Habla Liliana Cibrián sobre gestión de crisis y primeros auxilios psicológicos
Pedirle a la persona que respire, darle algún aroma agradable, distraerla con una sensación para que redirija su atención a otro lado, son algunas recomendaciones que compartió Liliana Cibrián para aplicar en una persona cuando está en crisis.
La profesora e investigadora de la facultad de psicología, doctora en Psicología de la Salud por la Universidad de Málaga, España, participó en el programa Micrófono con la charla Gestión de Crisis: primeros auxilios psicológicos, a cargo de la psicóloga Liliana Cibrián.
En la Sala de Formación Lectora habló de las emociones y los estigmas que existen en torno a estas, desde una visión de terapia contextual y entendiendo la emoción desde una funcionalidad, lo cual implica que una emoción va a generar sensaciones agradables y desagradables.
La experta en terapias contextuales mencionó que existen muchos estigmas que se van generalizando en la sociedad en torno a las emociones.
“Debemos identificar para qué sirve cada emoción, para hacer uso de la contención emocional y poner en práctica los primeros auxilios psicológicos, que son herramientas aplicadas de manera estratégica y se llevan a cabo de manera conductual para que las personas, cuando se encuentren en una situación de crisis o ansiedad, la emoción no escale de manera desmedida”, recomendó.
Tomando en cuenta que una emoción no dura más de tres minutos y una crisis no más de cinco minutos, la psicóloga compartió algunas de las herramientas más utilizadas para ayudar a regular las emociones propias o las de una persona cercana, en los diferentes tipos de escenarios.
Cuando la crisis es por recibir una mala noticia, si la persona está en shock y dice que quiere estar sola, se le puede decir “entiendo que quieras estar sola, pero estaré cerca y al pendiente por si necesitas algo”, y darle espacio para que pueda redimensionar lo que está pasando y no obligar a la persona a hablar.
Señaló que cuando exista violencia o violaciones de tipo sexual, no se debe invalidar a la persona, hacer escucha activa, sin indagar más sobre el tema y recomendarle instituciones donde puede recibir ayuda como el Centro de Justicia para Mujeres, la Secretaria de las Mujeres, Consejo Municipal para Prevenir y Atender la Violencia Familiar (COMPAVIF), DIF, entre otras
Cuando existe acoso en espacios públicos no se debe justificar al agresor, llamar al agresor con un adjetivo fuerte para que la víctima se auto regule sacando su coraje y frustración por medio de palabras.
Cuando la crisis es por ataques epilépticos recomendó poner la cabeza de la persona hacia un costado, esto con el fin de que no se ahogue y llamar al número de emergencia.
Cuando estén ocurriendo situaciones por el tema de inseguridad en la ciudad comentó que hay que quedarse con un medio de comunicación confiable y no indagar en tantos medios a la vez.
Si vamos camino a casa con temor, porque nos llegó un reporte o noticia, poner una canción que nos agrade, usar aromas o algo que nos agrade para mandar nuestra atención a otro lugar, para no entrar en crisis.
Además, la especialista recalcó que cuando estamos acompañando a una persona que ya pasó por una crisis, debemos preguntarle a la persona si durmió y comió bien, ya que muchas veces la falta de estos elementos desata que surja de nuevo una crisis.
Cibrián compartió con el público que si estamos en un espacio donde se encuentra mucha gente y alguien entra en crisis, debemos de hacer todo lo posible por que el espacio se quede solo, ya que la persona no se siente en confianza para poder desahogarse, si el lugar no puede ser desalojado, por causas de fuerza mayor, salir del lugar con la persona a un espacio seguro.
Culminó con una reflexión acerca de la compasión, enfatizando que es sumamente importante en estos momentos difíciles por los que estamos pasando actualmente; la práctica compasiva se trata de entender que todas y todos sufrimos y que debemos llevar a cabo acciones que nos hagan darnos cuenta que nos damos cuidados, es decir, comenzar por ser compasivos con nosotros mismos para poder ser compasivos con los demás.
Ansiedad o crisis:
- Pedirle a la persona que respire.
- Dar instrucciones cortas y con voz suave y amigable.
- Usar aromas agradables para la persona (aroma-terapia).
- Distraer a la persona con una sensación para que redirija su atención a otro lado.
- Si se va a desmayar, colocar tu cuerpo para sostener y proteger de caídas y/o golpes.
- Brindarle comida o algo que le ayude a subir su energía.
- Si ya se tranquilizó, intentar que se ponga de pie y camine un poco.
- Preguntarle de qué color es la pared o algún objeto cercano, para separarla del pensamiento y focalice otro espacio.
- Si no te conoce, presentarte con ella, diciéndole tu nombre y que le estarás apoyando.