Semar incurrió en violaciones graves en operativo naval que dejó un pescador muerto en 2023, concluye CNDH
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos concluyó que elementos de la Secretaría de Marina incurrió en violaciones graves a los derechos humanos durante un operativo realizado el 20 de septiembre de 2023 en Las Lajitas, Ahome, que terminó en la muerte de un pescador y dos más lesionados cuando la embarcación naval embistió la panga en la que viajaban.
De acuerdo con la recomendación 187VG/2025, la embarcación oficial de la Marina, que realizaba tareas de inspección junto a personal de Conapesca, impactó de frente el costado izquierdo de la panga pesquera que provocó la muerte por traumatismo craneoencefálico de uno de los tres pescadores a bordo y lesiones en los otros dos.
La CNDH documentó que, tras la colisión, los elementos navales arrastraron la panga mar adentro y posteriormente la dejaron a la deriva, sin prestar auxilio a las víctimas.
En el informe señala que los dos pescadores que lograron sobrevivir coincidieron en que, cuando la embarcación oficial estaba a unos 15 metros de distancia, personal de Marina y Conapesca les hizo señas para detenerse. Sin embargo, la nave, operada por un motorista naval, los embistió de lado y quedó encima de su panga.
Relataron que, tras el impacto, vieron a su compañero sin vida, con graves lesiones en la cabeza. Uno de los sobrevivientes alcanzó a resguardarse en un hueco de la embarcación, aunque fue golpeado en la espalda por la proa de “la piraña”, causándole un raspón. El otro salió proyectado al mar y logró ponerse a salvo nadando hacia la orilla.
El pescador que permaneció en la panga contó que la nave oficial amarró la embarcación y comenzó a remolcarla mar adentro. Tras un breve recorrido, el lazo que las unía se rompió y, aprovechando ese momento, decidió lanzarse al agua, temiendo que lo llevaran detenido. Fue rescatado por compañeros pescadores, quienes lo ayudaron a regresar con la panga dañada y el cuerpo de su compañero fallecido hasta la orilla.
En contraste, la Secretaría de Marina y Conapesca señalaron que el operativo se realizó al detectar pesca ilegal de camarón en veda, con artes prohibidas tipo “chango”.
Afirmaron que los tripulantes ignoraron la orden de alto y maniobraron de forma evasiva hasta colisionar con la patrulla naval.
Según su informe, tras intentar brindar apoyo, fueron rodeados por unas 30 embarcaciones cuyos ocupantes proferían insultos y portaban palos, lo que obligó a retirarse para resguardar la integridad del personal. Posteriormente denunciaron los hechos ante la Fiscalía General de la República.
Sin embargo, la CNDH refutó estas versiones, ya que los peritajes y videos muestran que solo había cinco embarcaciones a lo lejos y que no existió evidencia de ataques ni lesiones en personal naval.
Además, aseguró que el dictamen criminalístico estableció que la colisión no fue accidental, sino resultado de la impericia y negligencia del personal de Marina.
El organismo calificó los hechos como violaciones graves a los derechos humanos a la vida y la integridad personal. Señaló que el uso de la fuerza fue arbitrario y desproporcionado, sin atender a los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad.
“Así, esta Comisión Nacional concluye que los elementos navales utilizaron de manera arbitraria, excesiva y a manera de defensa activa, los medios de apoyo consistentes en la embarcación naval, lo que derivó en la privación de la vida de V1 [un tripulante] y afectaciones a la integridad de V2 y V3 [los otros dos tripulantes]”.
“[Los elementos de la Secretaría de Marina] no se encontraban frente a una amenaza real e inminente a su vida e integridad que ameritara el uso excesivo de la fuerza, utilizando la Embarcación de MARINA como un mecanismo de control de espacio y para la reducción física de movimientos”, apunta el documento.
La CNDH recomendó a la Secretaría de Marina inscribir a las víctimas en el Registro Nacional de Víctimas, otorgar reparación integral del daño, brindar atención médica y psicológica, y garantizar medidas de no repetición, entre ellas capacitación en derechos humanos y uso legítimo de la fuerza para el personal de la Octava Zona Naval en Sinaloa.