Jesús Manuel solo quiere abrazar a sus hijos este Día del Padre
CULIACÁN._ En el Basurón de Culiacán, se cuentan cientos de historias entre los pepenadores que a diario escarban entre cerros de desechos y materiales reciclables, hombres y mujeres que todos los días trabajan para llevar el sustento a casa.
Uno de ellos es Jesús Manuel, un hombre trabajador que desde las 08:00 de la mañana hasta bien entrada la tarde se dedica a recolectar cartón, plástico, latas de aluminio, para después revenderlo ahí mismo con una ganancia muy mínima.
Todo lo recolectado se va subiendo a un camión de carga y es llevado a las fábricas y diversas empresas que compran papel, cartón, fierro, lámina, botes, cobre y aluminio.
Jesús Manuel y otros pepenadores logran reunir, al final de día, entre 150 y 200 pesos diarios, lo justo para sobrevivir y comer: terminan entre 02:00 y 03:00 de la tarde.
Él no tiene lujos. Su vida está hecha de largas jornadas de trabajo de recolección, bajo el sol y entre los escombros de la misma basura. Día con día, regresa a su casa, que tiene cerca del relleno sanitario, y muchas veces no puede ver a su familia.
Tiene dos hijos de los cuales uno de ellos no vive en la ciudad, y aunque no los puede ver todos los días, espera que en fechas especiales todos se reúnan en su casa para compartir tiempo juntos.
Este Día del Padre, Jesús Manuel tiene un solo deseo: tomarse ese día libre para disfrutar de sus dos hijos y de su familia. No pide más, solo sentarse con los suyos, reír un rato, compartir la comida y abrazar a quienes son su mayor motor, porque para él, ese momento lo vale todo.
Su historia representa a tantos padres que, desde las condiciones más difíciles, sacan adelante su sustento diario para sobrevivir. En su caso, él vive solo, y este Día del Padre, así como en cada fecha especial de celebración, espera ver reunida a su familia en la misma mesa.
