De la complacencia al compromiso: una narrativa de colaboración para enfrentar los riesgos del presente

05/03/2025 04:01
“El progreso no es la obra de un solo individuo, sino el resultado del esfuerzo colectivo. Ninguna nación, comunidad o persona prospera en aislamiento”._ Ban Ki-moon, ex secretario general de las Naciones Unidas
La expectativa optimista actual puede ser útil para mantener cierta estabilidad emocional en la sociedad, pero distraer la atención de los riesgos reales es peligroso.

En un entorno lleno de incertidumbres, los sectores de la sociedad parecen mantener una actitud optimista sobre el rumbo del País. Esta percepción puede explicarse, en parte, por factores como la transferencia de subsidios que diluyen el impacto de problemas mayores, como la violencia, la incertidumbre económica y las tensiones externas, incluyendo las amenazas provenientes del escenario político en Estados Unidos.

Por otro lado, también persiste la narrativa gubernamental que asegura que “todo va bien”, atribuyendo los problemas actuales a las administraciones pasadas.

Este discurso, aunque efectivo en algunos sectores, contrasta con una realidad que para muchos no muestra señales de riesgo inminente en su entorno inmediato.

Sin embargo, la realidad tiene su propio pulso, y si no encuentra respuestas oportunas, los problemas pueden profundizarse. Creer que basta con decir que todo está bien, o que una solución mágica resolverá los desafíos actuales, es ignorar las dinámicas que eventualmente nos exigirán rendir cuentas.

La realidad es terca y, tarde o temprano, hará evidente aquello que no hemos enfrentado con preparación y seriedad.

La expectativa optimista actual puede ser útil para mantener cierta estabilidad emocional en la sociedad, pero distraer la atención de los riesgos reales es peligroso. Si la economía no crece lo suficiente, ¿de dónde provendrán los recursos necesarios para mantener los subsidios, los servicios básicos como salud y educación, la seguridad, y al mismo tiempo enfrentar un entorno turbulento como el que puede surgir con el regreso de líderes disruptivos como Donald Trump?

La clave no está en negar los riesgos, sino en reconocerlos y abordarlos con inteligencia.

Esto requiere propuestas viables y un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad. Los desafíos que enfrentamos no se resolverán de manera aislada; necesitan soluciones integrales que solo pueden surgir de un diálogo honesto y una colaboración activa.

El escenario actual exige cambiar la narrativa dominante. No basta con decir que “todo está bien”. Necesitamos una narrativa que reconozca los riesgos y que convoque al diálogo y la colaboración para construir juntos un futuro mejor para el País.

Dejemos de lado la complacencia y asumamos el compromiso de enfrentar, con seriedad y unidad, los desafíos que tenemos por delante.

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El autor es director de Iniciativa Ciudadana para la Promoción del Diálogo A.C.

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Animal Político / @Pajaropolitico