El reto de maternar siendo periodista

11/05/2025 04:00
    No es un tema menor, pues equilibrar trabajo fuera con el trabajo de casa, y sobre todo con la crianza de los hijos, es siempre todo un reto. Y en nuestro caso, para las madres periodistas lo es mucho más. No lo decimos nosotros, lo dicen los analistas y especialistas en numerosos artículos y libros que abordan el tema.

    En México residen 38.5 millones de mujeres que son madres; de ellas, 17 millones ejercen un empleo remunerado fuera de casa... orgullosamente algunas de ellas forman parte de nuestro equipo.

    Y aunque podríamos decir que ser mamá trabajadora en estos tiempos no es ninguna novedad, hoy, justo un día después del 10 de Mayo, queremos hacer una ofrenda y un pequeño homenaje a todas las madres trabajadoras y, sobre todo, a las madres periodistas.

    No es un tema menor, pues equilibrar trabajo fuera con el trabajo de casa, y sobre todo con la crianza de los hijos, es siempre todo un reto. Y en nuestro caso, para las madres periodistas lo es mucho más. No lo decimos nosotros, lo dicen los analistas y especialistas en numerosos artículos y libros que abordan el tema.

    Un artículo publicado por el Observatorio Mexicano de Medios, titulado “Los retos de ser madre y periodista: equilibrando responsabilidades” señala:

    “En un mundo cada vez más exigente y desafiante, las mujeres que ejercen el periodismo se enfrentan a numerosos retos en su carrera profesional. Pero si a esto se suma la maternidad, la complejidad de su vida se multiplica. Las mujeres que deciden seguir con su trabajo como periodistas después de convertirse en madres se encuentran con retos únicos que a menudo requieren una gran dosis de determinación, organización y apoyo”.

    No podría resumirse mejor lo que vivimos las periodistas que somos madres y que, lo dice el artículo, enfrentamos a diario los desafíos que significa la conciliación entre la labor periodística y las responsabilidades de la crianza.

    “El periodismo es un trabajo exigente y, en muchas ocasiones, impredecible, lo que dificulta establecer horarios fijos y manejables. Las madres periodistas deben hacer malabarismos entre las demandas de sus hijos y la entrega de sus materiales periodísticos, lo que a menudo implica trabajar durante la noche, los fines de semana o incluso llevar a sus hijas o hijos al trabajo”.

    No sólo eso, sino que en muchos casos se enfrenta la discriminación y los prejuicios, pues aún se piensa que el hecho de ser madre nos disminuye para ocupar puestos de mayor nivel, para hacer ciertas coberturas o reportajes, o incluso para que nos vean capaces de desempeñar nuestra labor al 100 por ciento.

    Afortunadamente en nuestro caso, en Noroeste, no sucede lo anterior, pues incluso las tres directoras de área y varias gerentes somos mujeres y madres, sin embargo, debemos admitir que en el ámbito editorial, en la Redacción, sí hemos perdido periodistas que deciden que no pueden seguir por lo complicado de combinar ambas tareas.

    Aún cuando tenemos flexibilidad y apertura, lo cierto es que el periodismo es una profesión muy celosa en el sentido de que te da poco margen para realizar otra actividad. Es absorbente y demandante. Así es su naturaleza. Por eso cada día debemos esforzarnos como empresa para dar apoyo y respaldo a las mamás trabajadoras y las madres que aquí trabajamos nos esforzamos al máximo para poder vencer el reto que hemos elegido: ser periodistas y ser madres.

    El artículo antes mencionado también resume: “A pesar de estos desafíos, muchas mujeres periodistas han encontrado formas de superar las complicaciones y triunfar en sus carreras mientras crían a sus hijos. La organización, la planificación anticipada y el establecimiento de límites claros han sido fundamentales para lograr un equilibrio sostenible. Además, contar con una red de apoyo sólida, tanto en el ámbito personal como profesional, han marcado la diferencia para muchas mujeres madres periodistas”.

    Consideramos que ahí está la clave: tener una red de apoyo. Tanto en la familia como en la organización.

    En el libro “Mamás y periodistas: el gran desafío de maternar y de informar”, la autora Ana Gabriela Dávila Jácome, periodista y madre además de docente de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, aborda esa doble presencia que es una realidad que vivimos muchas mujeres trabajadoras.

    Y reconoce que cuando iniciaba en su carrera, en la misma Redacción del periódico los reporteros de más experiencia le decían: “tú que estás jovencita tienes que decidir si quieres ser mamá o ser periodista”, refrendando los prejuicios que hay en el periodismo.

    Sin embargo, contrario a la creencia general, la autora considera que la maternidad, lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en un estímulo para el trabajo productivo, en general.

    “El trabajo en ambos ámbitos ocupa entre 15 y 17 horas diarias, dejándoles sin posibilidad de realizar otras actividades fuera de estos espacios”, señala en su libro. “Ante esta realidad, las madres periodistas desarrollan estrategias para afrontar su día a día”.

    En su caso, dice, la maternidad le ha dotado de una fuerza creativa y productiva como ninguna otra experiencia lo ha hecho.

    Dávila Jácome en su libro también señala que un factor clave para las mamás periodistas es el apoyo familiar y social.

    Además, un aspecto importante que señala, es que con los avances tecnológicos, aunque ciertamente se ha acelerado el trabajo periodístico por el llamado “tiempo real”, también es cierto que estos aditamentos nos han ayudado a facilitar, por ejemplo, el trabajo remoto, ayudándonos a trabajar desde casa o a adelantar trabajo sin necesidad de ir a la Redacción.

    Por otro lado, en un conversatorio titulado “Mujeres periodistas y maternidad”, reseñado por Cimac Noticias Periodismo con Perspectiva de Género, las periodistas Jade Ramírez, Zorayda Gallegos y Alfonsina Ávila hablaron sobre “Maternar siendo periodista”, y abordan los desafíos a los que se han enfrentado al maternar mientras ejercen su labor periodística en tanto laboran en redacciones masculinizadas.

    Desde renunciar a ciertas coberturas, dejar de exponerse a escenarios peligrosos, trabajar de “freelance”, aún a costa de perder la seguridad social y la certeza de un salario, y sobre todo “resistir” los ambientes hostiles que aún se presentan para las madres periodistas dentro de los propios medios, son algunos de los puntos que tocaron en el diálogo, y en el que concluyeron que aún falta mucho por trabajar para apoyar a las mujeres que deciden ser madres y continuar ejerciendo el periodismo.

    Y es cierto, quienes elegimos ser madres y periodistas sacrificamos mucho de la crianza y nos vemos a veces juzgadas por el tiempo que le arrebatamos a nuestros hijos por dedicarnos a una profesión tan demandante.

    Afortunadamente en Datemex somos muchas madres las que hemos podido equilibrar ambas tareas, pero, como ya dijimos, a lo largo de estos años no son pocas las madres periodistas que han renunciado por no poder compaginar las dos labores.

    Las hay y las ha habido en todas las épocas. Por fortuna aún persistimos actualmente, aunque debemos admitir que no somos muchas.

    Pero institucionalmente, en Datemex tratamos de ser abiertos, tolerantes, empáticos y comprensivos, prestos para dar apoyo adicional a nuestras colaboradoras mamás cuando lo necesitan... tal vez no siempre lo logramos pero lo que sí de ninguna manera ejercemos es discriminarlas o ignorarlas.

    Para nosotros, son colaboradoras valiosas que se entregan a su trabajo y que merecen todo nuestro apoyo.

    En México residen 38.5 millones de mujeres que son madres; de ellas, 17 millones ejercen un empleo remunerado fuera de casa... orgullosamente algunas de ellas forman parte de nuestro equipo.

    Y aunque podríamos decir que ser mamá trabajadora en estos tiempos no es ninguna novedad, hoy, justo un día después del 10 de Mayo, queremos hacer una ofrenda y un pequeño homenaje a todas las madres trabajadoras y, sobre todo, a las madres periodistas.

    No es un tema menor, pues equilibrar trabajo fuera con el trabajo de casa, y sobre todo con la crianza de los hijos, es siempre todo un reto. Y en nuestro caso, para las madres periodistas lo es mucho más. No lo decimos nosotros, lo dicen los analistas y especialistas en numerosos artículos y libros que abordan el tema.

    Un artículo publicado por el Observatorio Mexicano de Medios, titulado “Los retos de ser madre y periodista: equilibrando responsabilidades” señala:

    “En un mundo cada vez más exigente y desafiante, las mujeres que ejercen el periodismo se enfrentan a numerosos retos en su carrera profesional. Pero si a esto se suma la maternidad, la complejidad de su vida se multiplica. Las mujeres que deciden seguir con su trabajo como periodistas después de convertirse en madres se encuentran con retos únicos que a menudo requieren una gran dosis de determinación, organización y apoyo”.

    No podría resumirse mejor lo que vivimos las periodistas que somos madres y que, lo dice el artículo, enfrentamos a diario los desafíos que significa la conciliación entre la labor periodística y las responsabilidades de la crianza.

    “El periodismo es un trabajo exigente y, en muchas ocasiones, impredecible, lo que dificulta establecer horarios fijos y manejables. Las madres periodistas deben hacer malabarismos entre las demandas de sus hijos y la entrega de sus materiales periodísticos, lo que a menudo implica trabajar durante la noche, los fines de semana o incluso llevar a sus hijas o hijos al trabajo”.

    No sólo eso, sino que en muchos casos se enfrenta la discriminación y los prejuicios, pues aún se piensa que el hecho de ser madre nos disminuye para ocupar puestos de mayor nivel, para hacer ciertas coberturas o reportajes, o incluso para que nos vean capaces de desempeñar nuestra labor al 100 por ciento.

    Afortunadamente en nuestro caso, en Noroeste, no sucede lo anterior, pues incluso las tres directoras de área y varias gerentes somos mujeres y madres, sin embargo, debemos admitir que en el ámbito editorial, en la Redacción, sí hemos perdido periodistas que deciden que no pueden seguir por lo complicado de combinar ambas tareas.

    Aún cuando tenemos flexibilidad y apertura, lo cierto es que el periodismo es una profesión muy celosa en el sentido de que te da poco margen para realizar otra actividad. Es absorbente y demandante. Así es su naturaleza. Por eso cada día debemos esforzarnos como empresa para dar apoyo y respaldo a las mamás trabajadoras y las madres que aquí trabajamos nos esforzamos al máximo para poder vencer el reto que hemos elegido: ser periodistas y ser madres.

    El artículo antes mencionado también resume: “A pesar de estos desafíos, muchas mujeres periodistas han encontrado formas de superar las complicaciones y triunfar en sus carreras mientras crían a sus hijos. La organización, la planificación anticipada y el establecimiento de límites claros han sido fundamentales para lograr un equilibrio sostenible. Además, contar con una red de apoyo sólida, tanto en el ámbito personal como profesional, han marcado la diferencia para muchas mujeres madres periodistas”.

    Consideramos que ahí está la clave: tener una red de apoyo. Tanto en la familia como en la organización.

    En el libro “Mamás y periodistas: el gran desafío de maternar y de informar”, la autora Ana Gabriela Dávila Jácome, periodista y madre además de docente de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, aborda esa doble presencia que es una realidad que vivimos muchas mujeres trabajadoras.

    Y reconoce que cuando iniciaba en su carrera, en la misma Redacción del periódico los reporteros de más experiencia le decían: “tú que estás jovencita tienes que decidir si quieres ser mamá o ser periodista”, refrendando los prejuicios que hay en el periodismo.

    Sin embargo, contrario a la creencia general, la autora considera que la maternidad, lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en un estímulo para el trabajo productivo, en general.

    “El trabajo en ambos ámbitos ocupa entre 15 y 17 horas diarias, dejándoles sin posibilidad de realizar otras actividades fuera de estos espacios”, señala en su libro. “Ante esta realidad, las madres periodistas desarrollan estrategias para afrontar su día a día”.

    En su caso, dice, la maternidad le ha dotado de una fuerza creativa y productiva como ninguna otra experiencia lo ha hecho.

    Dávila Jácome en su libro también señala que un factor clave para las mamás periodistas es el apoyo familiar y social.

    Además, un aspecto importante que señala, es que con los avances tecnológicos, aunque ciertamente se ha acelerado el trabajo periodístico por el llamado “tiempo real”, también es cierto que estos aditamentos nos han ayudado a facilitar, por ejemplo, el trabajo remoto, ayudándonos a trabajar desde casa o a adelantar trabajo sin necesidad de ir a la Redacción.

    Por otro lado, en un conversatorio titulado “Mujeres periodistas y maternidad”, reseñado por Cimac Noticias Periodismo con Perspectiva de Género, las periodistas Jade Ramírez, Zorayda Gallegos y Alfonsina Ávila hablaron sobre “Maternar siendo periodista”, y abordan los desafíos a los que se han enfrentado al maternar mientras ejercen su labor periodística en tanto laboran en redacciones masculinizadas.

    Desde renunciar a ciertas coberturas, dejar de exponerse a escenarios peligrosos, trabajar de “freelance”, aún a costa de perder la seguridad social y la certeza de un salario, y sobre todo “resistir” los ambientes hostiles que aún se presentan para las madres periodistas dentro de los propios medios, son algunos de los puntos que tocaron en el diálogo, y en el que concluyeron que aún falta mucho por trabajar para apoyar a las mujeres que deciden ser madres y continuar ejerciendo el periodismo.

    Y es cierto, quienes elegimos ser madres y periodistas sacrificamos mucho de la crianza y nos vemos a veces juzgadas por el tiempo que le arrebatamos a nuestros hijos por dedicarnos a una profesión tan demandante.

    Afortunadamente en Datemex somos muchas madres las que hemos podido equilibrar ambas tareas, pero, como ya dijimos, a lo largo de estos años no son pocas las madres periodistas que han renunciado por no poder compaginar las dos labores.

    Las hay y las ha habido en todas las épocas. Por fortuna aún persistimos actualmente, aunque debemos admitir que no somos muchas.

    Pero institucionalmente, en Datemex tratamos de ser abiertos, tolerantes, empáticos y comprensivos, prestos para dar apoyo adicional a nuestras colaboradoras mamás cuando lo necesitan... tal vez no siempre lo logramos pero lo que sí de ninguna manera ejercemos es discriminarlas o ignorarlas.

    Para nosotros, son colaboradoras valiosas que se entregan a su trabajo y que merecen todo nuestro apoyo.