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Columna

¿Oír o escuchar?

23/08/2025 12:55

    Definitivamente es muy importante saber escuchar, saber escuchar es una habilidad fundamental en la comunicación humana, pero a menudo se confunde con simplemente oír, y son dos actos muy diferentes, por ejemplo, oír es un acto fisiológico, lo cual implica simplemente recibir sonidos, no requiere atención, todos oímos automáticamente.

    En cambio, escuchar es un acto consciente y voluntario, implica interpretar, entender y analizar, escuchar implica interpretar, entender y analizar, requiere concentración y enfoque, no todos saben escuchar. Saber escuchar mejora las relaciones interpersonales, esto genera confianza, empatía y respeto.

    Reduce malentendidos y conflictos, muchos problemas surgen porque no se comprendió bien lo que el otro dijo o quiso decir. También fortalece la comunicación efectiva, la comunicación no es solo hablar claro, sino también entender con claridad lo que se escucha. Desarrolla la inteligencia emocional, al escuchar con empatía permite conectar con las emociones de los demás, lo que mejora el manejo de relaciones y conflictos.

    Saber escuchar fomenta el aprendizaje, escuchar activamente en clases, permite absorber mejor el conocimiento y entender nuevas perspectivas. Y por último el que sabe escuchar se le facilita la toma de decisiones, comprender toda la información disponible mejora la calidad de las decisiones que se toman.

    Hay diferentes tipos de escucha: a) escuchar para responder, también llamado la escucha reactiva: es cuando se escucha únicamente con la intensión de responder o refutar, no de entender, la mente está ocupada formulando la próxima respuesta, en lugar de absorber el mensaje.

    b) Escucha pasiva: la persona oye las palabras, pero no presta verdadera atención, no hay un esfuerzo consciente por comprender.

    c) Escucha selectiva: se presta solo atención solo a ciertas partes del mensaje, usualmente aquellas que interesan o que confirman ideas propias, muy común en discusiones.

    d) Escucha empática: implica conectarse con el hablante a nivel emocional, se trata de entender los sentimientos y puntos de vista sin juzgar ni interrumpir.

    e) Escucha activa: es un proceso consciente y enfocado, involucra atención plena, retroalimentación y compresión profunda, por eso se le considera la forma más eficaz de escuchar.

    Y f) Escucha crítica, aquí, se analiza y evalúa lo que se escucha, muy utilizada en los debates o al recibir información compleja.

    Podemos concluir, que saber escuchar es un signo de madurez emocional, humildad y respeto, no se trata solo de callar mientras el otro habla, sino de estar presente con mente abierta. Si tan solo supiéramos realmente escuchar muchísimos pleitos no se hubieran generado en nuestra vida cotidiana.