Visiones Colectivas para construir
el sistema de salud que necesitamos

20/06/2025 04:01
    Las políticas públicas en salud deben ser integrales, inclusivas y accesibles, y considerar todas las intersecciones y necesidades diferenciadas, por sexo, discapacidad, adscripción indígena o afromexicana, migrante, entorno rural o urbano, tipo de padecimiento, infancias, juventudes, etcétera.

    En México existen varias experiencias en las que la participación ciudadana ha permitido mejorar y fortalecer el sistema de salud. En 2001, durante la elaboración del plan sectorial de salud se organizó un foro sobre género y salud con organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, que detonó en la creación del Programa de Acción Mujer y Salud y se planteó, por primera vez, la necesidad de crear presupuestos con perspectiva de género. Otro ejemplo es que, en 2019, la Secretaría de Salud adoptó tratamientos antirretrovirales más eficaces trabajando de la mano de especialistas en infectología y representantes de la sociedad civil.

    Estos ejemplos son un botón de muestra de que la participación ciudadana puede mejorar el diseño e implementación de políticas públicas, además de ser un derecho en sí mismo. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACNUDH) señala que las personas beneficiarias del sistema de salud deben tener voz respecto del diseño y la aplicación de las políticas que les afectan, además de que las autoridades sanitarias y Estados deben rendir cuentas del cumplimiento de sus obligaciones respecto al derecho a la salud (1).

    Convencidas de que la participación ciudadana es clave para mejorar las políticas, en 2024 más de 30 organizaciones de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Monterrey, Puebla, Jalisco y la Ciudad de México y personas con diferentes experiencias y saberes, nos propusimos fortalecer el sistema de salud público. Tomamos como punto de partida las propuestas en salud que Sheinbaum había plasmado en el Proyecto de Nación y el eje del Programa de Gobierno “República Sana” e hicimos recomendaciones para fortalecerlas, en busca de hacerlas consistentes con las necesidades en salud que observábamos desde nuestros distintos contextos y expertise. El resultado fue el Documento Visiones Colectivas para fortalecer las propuestas en salud del gobierno, que delinea nuestras propuestas para que las políticas y programas en salud puedan ser más inclusivas, efectivas, eficientes y, sobre todo, estén centradas en las necesidades de las personas.

    Durante la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 compartimos estas recomendaciones y propuestas en los espacios de participación ciudadana acotados que el gobierno generó, como fue la Plataforma de Planeando Juntos en donde sólo se subían las contribuciones, sin que hubiera una devolución que permitiera conocer si se tomaron en cuenta. En el marco de la construcción del Programa Sectorial de Salud (Prosesa) también buscamos hacerlas llegar a la Secretaría de Salud y tuvimos la oportunidad de dialogar y compartir con ella sobre cuáles pensamos que deberían ser las prioridades en salud en los próximos años y por qué.

    Algunos de los temas en los cuales el Gobierno debe clarificar o profundizar son, por un lado, la necesidad de publicitar cuál será el programa de trabajo, el presupuesto, las métricas de cumplimiento y los mecanismos de rendición de cuentas que guiarán las propuestas y acciones para atender la fragmentación y debilidades del sistema y, por otro lado, debe explicitarse cómo se irán atendiendo y cerrando las brechas de desigualdad y las diferencias que guardan los diversos contextos a nivel subnacional. Esto último es importante porque identificamos que, en muchas entidades, hay insuficiencia de personal e infraestructura, además de que esta última tiende a estar centralizada en la capital o en ciertas regiones. Consideramos también que es necesario que todas las acciones en salud estén centradas en las personas y sus necesidades.

    Por ello, ese jueves 29 de mayo presentamos las recomendaciones construidas desde estas visiones colectivas. Algunas que identificamos como prioritarias son:

    - Asegurar que todos los poderes, instituciones y órdenes de Gobierno al más alto nivel adopten públicamente el compromiso de mejorar el sistema de salud en el periodo 2025-2030, lo que se refleja en un presupuesto progresivo y políticas públicas coordinadas y centradas en derechos humanos.

    - Las políticas públicas en salud deben ser integrales, inclusivas y accesibles, y considerar todas las intersecciones y necesidades diferenciadas, por sexo, discapacidad, adscripción indígena o afromexicana, migrante, entorno rural o urbano, tipo de padecimiento, infancias, juventudes, etcétera.

    - Asegurar la disponibilidad de la atención, medicamentos e infraestructura de las instituciones de salud pública en todas las regiones dentro de los estados, evitando largos traslados y retrasos en la atención para pacientes.

    - Garantizar el respeto a la cosmovisión y aproximación a la salud intercultural de las comunidades indígenas y afromexicanas y reconocer el rol de médicas y médicos tradicionales, parteras, intérpretes, etcétera en el acceso a la salud y atención con pertinencia cultural.

    - Involucrar a pueblos y comunidades, organizaciones de la sociedad civil, grupos de pacientes, academia, profesionales de la salud, iniciativa privada en la construcción, diseño, implementación y mejora de la normatividad, regulación y políticas en salud.

    - Asegurar que el Prosesa y todas sus acciones, así como sus objetivos, metas e indicadores se publiciten y publiquen periódicamente de forma oportuna y accesible, con información desagregada sobre sus avances, de manera que se garantice la transparencia y rendición de cuentas.

    - Transparentar y rendir cuentas sobre la fuente de financiamiento, el criterio de distribución y el ejercicio del gasto al nivel más desagregado posible de manera que sea posible su seguimiento y trazabilidad.

    Estas recomendaciones pueden contribuir a fortalecer el sistema de salud porque partieron de las propuestas del gobierno y fueron fortalecidas desde las necesidades y prioridades de las y los usuarios, con perspectiva de género, interseccional e intercultural. Esperamos que sean retomadas en la construcción del Prosesa y que la participación ciudadana y la rendición de cuentas sean pilares de este gobierno. Como hemos mencionado, existen numerosas experiencias en que la participación ciudadana ayudó a mejorar el diseño, implementación y evaluación de las acciones en salud. Por ello, será fundamental que las autoridades de salud generen espacios de co-creación con la ciudadanía que permitan fortalecer las políticas y programas.

    Las autoras son Janet Oropeza Eng y Matilde Pérez, investigadoras en el programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de @FundarMexico.

    1. OHCHR, The right to health: key aspects and common misconceptions.

    https://www.ohchr.org/en/health/right-health-key-aspects-and-common-misconceptions