T-MEC: El que tiene más saliva come más pinole

19/09/2025 04:00
    En la renegociación del tratado, Canadá seguirá exigiendo certeza jurídica para sus inversiones, sobre todo en la industria energética y minera. Mientras que los Estados Unidos pretenderá mantener la voz cantante, marcando el ritmo arancelario, tratando de reducir al máximo las posibilidades de que, sus dos principales socios comerciales, hagan negocios en Asia, particularmente con el mercado chino.

    En 1992 se firmó el primer acuerdo comercial entre los tres países de América del Norte, George W. Bush firmó por los Estados Unidos, Brian Mulroney por Canadá y por México el no muy bien ponderado, Carlos Salinas de Gortari. Al tratado le llamaron TLCAN, dos años de preparación para entrar en vigor formalmente el 1 de enero de 1994.

    Comercio preferente entre las tres naciones, facilitando las reglas para la exportación e importación de materias primas entre los países del tratado. Protección laboral, intelectual y de medio ambiente, desregulación y reducción de trámites para que empresas de los tres países tuvieran facilidades de instalación, operación y producción dentro y más allá de sus fronteras.

    El éxito del tratado suma miles de millones de dólares en comercio trinacional. Canadá en México expandió sus fronteras en el desarrollo de la industria minera, energética y aeroespacial. Estados Unidos promovió la inversión e instalación de empresas por todo el territorio nacional, principalmente en los estados fronterizos, del Bajío y el occidente del país. México llenó los anaqueles de los dos países del norte con productos alimentarios de primera calidad, cerveza y tequila. Con el tiempo, la tecnificación de la mano de obra mexicana y la instalación de varias empresas automotrices, nos llevó a ser el proveedor número uno de automóviles, autotransportes y autopartes para el mercado norteamericano.

    En 2020 entró en vigor el TMEC, sustituyendo al TLCAN. En esencia perseguía los mismos intereses, pero con ajustes en algunos sectores económicos que se habían inconformado durante los años del anterior tratado. Según el propio tratado en su artículo 34.7, será en 2026 cuando se realicen las revisiones necesarias para el ajuste de los acuerdos económicos, jurídicos, arancelarios o de cualquier otra índole que permitan a las tres naciones, de manera conjunta, llegar a su fecha de conclusión que será en 2036, con posibilidad de prórroga a decisión de las partes firmantes.

    En cada país se abre un proceso de diálogos y discusiones para que cada uno de sus representantes puedan llegar al 2026 con una serie de peticiones para crear, modificar o derogar algunas barreras que han sido perjudiciales o desfavorables para el desarrollo de ciertas actividades económicas.

    En México, los ganaderos bovinos, pedirán mayor apertura para poder vender sus animales en pie. Actualmente, solo un par de entidades federativas tienen esa posibilidad. La misma presión la harán los productores de hortalizas, aguacate, frutos cítricos y nuestros productores de tomate. La industria cervecera y tequilera, deberán ser protegidas, actualmente la cerveza mexicana es el principal producto de exportación a EU con operaciones de más 3,887 MDD en 2024.

    En la renegociación del tratado, Canadá seguirá exigiendo certeza jurídica para sus inversiones, sobre todo en la industria energética y minera. Lo mismo impulsará modelos más justos de reparto de capital y ganancia entre los trabajadores, así como la reducción del impacto ambiental de todas las industrias. De los tres países, Canadá es la nación que mantiene como parte de sus políticas corporativas; la agenda verde y de justicia laboral redistributiva.

    Mientras que los Estados Unidos pretenderá mantener la voz cantante, marcando el ritmo arancelario, tratando de reducir al máximo las posibilidades de que, sus dos principales socios comerciales, hagan negocios en Asia, particularmente con el mercado chino. Estados Unidos irá prácticamente a desterrar todas las empresas manufactureras chinas que se instalan con fachada de mexicanas y juegan con el conocido truco de “China made in México”. La negociación del tratado en 2026 será muy interesante, esperemos que nuestros negociadores estén a la altura del reto. Luego le seguimos.