La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo miente con frecuencia, lo que se puede constatar de manera clara y transparente en los spots de promoción de su primer Informe de Gobierno, el contenido de éste, y sus intervenciones en la gira por los estados para darlo a conocer. De los medios en México, sólo Animal Político ha documentado de manera precisa y rigurosa varias de sus mentiras.
La mitomanía es un trastorno psicológico que se caracteriza por la tendencia compulsiva a mentir de forma continua. Las personas que la padecen, conocidas como mentirosos patológicos o mitómanos, pueden distorsionar la realidad y crear un mundo paralelo que consideran verdadero.
Quien padece la mitomanía no puede evitar mentir, incluso cuando las mentiras son exageradas, carecen de sentido o no le reportan beneficio alguno. Estas suelen ser elaboradas para hacer la historia más atractiva o para sentirse mejor consigo mismos. El o la mitómana se aferra a sus propias falsedades, al punto de no distinguir entre la realidad y la ficción.
Los psicólogos que trabajan este tema coinciden en afirmar que las personas que mienten lo hacen por protegerse del rechazo social, evitar consecuencia de su comportamiento, evitar el castigo, obtener beneficios materiales y emocionales, obtener recompensas que de otro modo le sería imposible ganarse la admiración y ejercer poder sobre otros controlando la información.
Quienes estudian este comportamiento coinciden en señalar que en la base de las personas mentirosas está baja autoestima, inseguridad, necesidad de llamar la atención, traumas o experiencias difíciles del pasado, deseos de escapar de la realidad, el miedo al fracaso y defenderse de situaciones desagradables.
Los especialistas también aseguran que se miente para manipular y engañar a los otros, para influir en sus decisiones y conseguir de ellos lo que el mitómano o mitómana se proponen. Y que vivir “enredado” en las mentiras puede generar ansiedad y otros problemas afines, ya que obliga a mantener una personalidad falsa, estando presente el riesgo a ser descubierto y a que se desmorone toda la estructura construida a base de falsedades.
De los estudiosos, hay quienes sostienen que en términos generales existen diferentes clases de mentirosos: el “fabulador”, aquel sujeto que está acostumbrado a mentir a toda costa y en todos los ámbitos de su vida. y después está el “sin vergüenza”, que miente para conseguir objetivos que por él mismo no lograría o cree que no podría llegar a cumplir sus deseos y opta por el engaño.
Los y las mitómanas, por lo que implica su trastorno psicológico, no son personas en las que se pueda confiar. No soy psicólogo y alguna vez me ha interesado el tema de la mentira desde la filosofía (ética) y la teología. A ellos corresponde diagnosticar si la Presidenta sufre o no del trastorno psicológico de la mitomanía.
Como estudioso y consultor en comunicación gubernamental sí puedo afirmar que la Presidenta miente de manera permanente y sostenida. En estos primeros 11 meses del gobierno de la Presidenta Sheinbaum Pardo he analizado algunas de sus comparecencias mañaneras, los spots de promoción de su Primer Informe y el propio Informe, y en ellos hay pruebas reiteradas de la forma en que miente. ¿Es trastorno psicológico o estrategia política?