Iniciamos ayer la semana con una jornada accionaria positiva para prácticamente todas las bolsas de valores importantes del planeta. El mercado de valores estadounidense finalizó la jornada de este lunes con ganancias, luego de la ola de pérdidas provocada por un reporte laboral que expuso la debilidad del mercado durante el verano. El Dow Jones frenó cinco días de pérdidas, mientras que el SP500 subió por primera vez en cuatro sesiones y el Nasdaq frenó dos días en rojo.
El informe de empleo de julio en la Unión Americana, que fue más débil de lo esperado (junto con las revisiones negativas de las nóminas no agrícolas de mayo y junio), volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de un recorte de tasas en septiembre. Se esperaban 106 mil nuevas plazas en la nómina no agrícola de julio y se generaron sólo 73 mil. Los mercados de renta variable yanquis cerraron a la baja el viernes, mientras que los Bonos del Tesoro tuvieron desempeño positivo.
El mercado arrancó ayer la semana con fuerza: el SP500 tuvo ayer su mayor avance diario desde mayo y el Nasdaq ganó casi un dos por ciento. Según los analistas, la razón de este buen comportamiento es una mezcla de buenos resultados corporativos y la renovada esperanza de que la Reserva Federal vuelva a recortar tasas más pronto que tarde. Sólo tres días atrás, la historia era otra. El informe laboral del viernes pasado mostró una desaceleración más fuerte de lo previsto en la creación de empleo y un repunte del desempleo.
Hasta ayer, el 82 por ciento de las compañías del SP500 había superado las previsiones y se proyectaba un crecimiento de utilidades del 9.1 por ciento interanual. Sin embargo, el Presidente Trump volvió a tensar el comercio global con nuevos aranceles a India, mientras se desata una tormenta institucional en Washington tras la renuncia anticipada de una gobernadora de la Reserva Federal y la destitución de la jefe de la Oficina de Estadísticas Laborales.
De este lado de la frontera, el mercado de valores mexicano finalizó la sesión de este lunes a la baja, a pesar del rebote que se vivió en Wall Street y de cara a una semana con información relevante para la decisión de política monetaria de Banco de México. Ambos referentes llegaron a su nivel más bajo en dos semanas.
Los inversionistas siguieron asimilando el informe de empleo de Estados Unidos de julio, que fue más débil de lo esperado y las cifras de los meses anteriores que se revisaron a la baja, lo que cambió la perspectiva sobre la fortaleza del mercado laboral estadounidense y elevó las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal para la reunión de septiembre.
En asuntos energéticos, tenemos que los precios del petróleo finalizaron con pérdidas luego de que la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados acordara otro aumento de producción para septiembre. Así, el precio del contrato de septiembre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 1.54 por ciento para colocarse en 66.29 dólares, mientras que el precio contrato de octubre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, cayó 1.31 por ciento para cotizarse en 68.76 dólares por barril.
Los petroprecios cayeron por tercera jornada consecutiva porque el cártel petrolero acordó el pasado domingo aumentar la producción de petróleo en 547 mil barriles por día para septiembre, con el fin de recuperar participación de mercado. La medida, en línea con las expectativas del mercado, marca una reversión completa y temprana del mayor tramo de recortes de producción del organismo colegiado, que asciende a alrededor de 2.5 millones de barriles diarios, o aproximadamente el 2.4 por ciento de la demanda mundial.
Por otra parte, los inversionistas siguieron cautelosos ante nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia, ya que el Presidente estadounidense ha amenazado con imponer aranceles secundarios de 100 por ciento a los compradores de crudo ruso mientras busca presionar a Moscú para que detenga su guerra en Ucrania.
En temas cambiarios, observamos que el peso mexicano arrancó la semana con el pie izquierdo, mientras que los inversionistas digirieron el futuro de las medidas monetarias tras débiles cifras de empleo en Estados Unidos. De acuerdo con los registros del Banco de México, el peso cerró ayer en 18.91 unidades interbancarias por dólar, depreciándose 2 centavos respecto a su cierre previo del viernes y alcanzando su nivel más débil en cinco semanas. Por su parte, el Índice Dólar, DXY, que mide el desempeño de la divisa estadounidense frente a otras monedas, retrocedió 0.4 por ciento para operar en 98.76 unidades.
La débil creación de empleo en Estados Unidos elevó las expectativas de que la Reserva Federal recortará la tasa de interés en su reunión del 17 de septiembre. De hecho, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dijo que todavía ve un mercado laboral sólido pero que llegará a la reunión de septiembre con mente abierta, enviando la señal de que podría votar a favor de recortar la tasa de interés. Por su parte, el Presidente Trump dijo que tiene varios candidatos en mente para reemplazar a Adriana Kugler, quien la semana pasada renunció a su posición como gobernadora de la Reserva Federal.
Para esta semana hay poca información relevante en la agenda, por lo que los inversionistas estarán al pendientes a cualquier evolución comercial entre Estados Unidos y China tras la reunión de altos funcionarios de ambos países en Estocolmo, Suecia, durante la semana pasada. En México, los inversionistas se mantendrán atentos a la decisión de política monetaria del Banco de México del próximo jueves, de la cual se prevé un recorte de un cuarto de punto porcentual. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.