El pasado 15 de julio, desde Mexicanos Primero Sinaloa dimos a conocer el balance educativo del ciclo escolar 2024-2025, un esfuerzo desde la sociedad civil por identificar y visibilizar los principales avances y desafíos que enfrenta la educación en la entidad, así como proponer acciones para orientar y mejorar la toma de decisiones.
Entre los aspectos señalados se encuentra la persistencia de una crisis de aprendizaje en los estudiantes, agravada por un contexto de inseguridad y violencia que ha interrumpido las clases; las dificultades en la implementación de la Nueva Escuela Mexicana; y las carencias de infraestructura y equipamiento en las escuelas.
Frente a esta realidad, se plantearon seis recomendaciones clave a las autoridades educativas para atender los desafíos identificados. Estas incluyen la creación de un organismo estatal que evalúe con rigor los aprendizajes, un sistema de información confiable sobre los resultados de aprendizaje y las condiciones escolares, así como el fortalecimiento de la formación y acompañamiento docente. Asimismo, se propuso un plan integral de recuperación de aprendizajes con metas claras y continuidad transexenal, la presentación de un plan para garantizar infraestructura mínima adecuada en las escuelas y un presupuesto educativo progresivo y transparente que priorice a quienes más lo necesitan.
Sin embargo, lograr la transformación educativa será posible si todos somos corresponsables de ésta. Por tal motivo, este balance también es útil para docentes, familias y estudiantes, quienes pueden aprovechar la información de cara al próximo ciclo escolar para apoyar a que las escuelas sean espacios dignos, seguros y con oportunidades reales de aprendizaje.
En el caso de los docentes, pueden priorizar su enseñanza en los aprendizajes esenciales y con estrategias focalizadas e inclusivas, especialmente para quienes más lo necesitan. Esto debe hacerse con el respaldo de directores y supervisores para que apoyen a reducir cargas administrativas innecesarias y generen espacios reales de colaboración profesional. También se destaca la importancia de cuidar su salud emocional y la de los estudiantes, así como de aportar su experiencia para mejorar las estrategias de recuperación de aprendizajes.
Las familias, por su parte, también tienen un papel imprescindible. Pueden sumarse a la exigencia de condiciones dignas en las escuelas y participar activamente en la vida escolar de sus hijos. También pueden fortalecer los aprendizajes esenciales desde casa a través de acciones cotidianas como leer juntos, conversar sobre lo aprendido o contar historias familiares. Más allá del refuerzo académico, su labor es clave para cuidar el bienestar emocional de las niñas, niños y jóvenes, escucharlos, contenerlos y acompañarlos frente a situaciones de violencia o estrés.
Finalmente, pero no menos importante, el mensaje a los estudiantes es claro: su voz importa. No son únicamente receptores del sistema educativo, sino actores fundamentales en su transformación. Participar activamente en las actividades escolares, asistir constantemente cuando existan condiciones seguras y expresar con respeto lo que viven en su entorno escolar son formas concretas de ejercer su derecho a aprender. Al mismo tiempo, es importante que comprendan que las dificultades en el aprendizaje no reflejan una falta de capacidad, sino que responden a condiciones externas que han limitado sus oportunidades. Por ello, tienen derecho a recibir el apoyo, los materiales y los espacios necesarios para seguir aprendiendo y desarrollarse plenamente. Reconocer su experiencia y dignidad es el primer paso para construir escuelas donde sean escuchados, cuidados y se les permitan trazar un mejor futuro.
Lo más importante que deja este balance es un mensaje claro: el derecho a aprender no puede postergarse ni minimizarse. Frente a los efectos de la violencia y la incertidumbre, necesitamos fortalecer respuestas que coloquen a niñas, niños y jóvenes en el centro. Con evidencia, corresponsabilidad y voluntad política, será posible construir una educación que no deje a nadie atrás.