El triángulo México, China, Estados Unidos

Punto de referencia
29/08/2025 04:01
    No es casual que seamos un país clave en la batalla económica entre Estados Unidos y China, las dos principales superpotencias globales. Sabemos que Washington está presionando para que el Gobierno mexicano disminuya el contenido chino de sus productos exportados a Estados Unidos.

    Desde hace varios años, México se encuentra entre las 15 mayores potencias económicas del mundo. De hecho, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en su estudio del 2024, nuestro país se encuentra situado en el puesto decimosegundo en términos del PIB nominal, por arriba de países como Australia, Corea del Sur y España.

    No es, entonces, casual que seamos un país clave en la batalla económica entre Estados Unidos y China, las dos principales superpotencias globales.

    Sabemos que Washington está presionando para que el Gobierno mexicano disminuya el contenido chino de sus productos exportados a Estados Unidos. En una editorial publicada en Bloomberg se informa que, de acuerdo con el presupuesto del 2026, el Gobierno mexicano planea incrementar los aranceles a China. Entre los productos importados que serían sujetos a aumentos arancelarios se encuentran los autos, los textiles y los plásticos.

    La cuestión de los autos es importante, pues México se ha convertido en el principal destino en todo el mundo de vehículos exportados por China. Hay que decir que el país asiático ha logrado vender sus autos a precios menores que otros países, lo cual los hace atractivos en el mercado internacional. Existe la intención de algunas compañías de autos chinas de establecer plantas de producción de autos en nuestro país.

    La llegada de más inversiones chinas a nuestro País podría aumentar, aún si el Gobierno mexicano establece medidas arancelarias o no arancelarias a productos importados de China, si Washington mantiene los exorbitantes aranceles contra Beijing.

    Este panorama debería hacernos pensar sobre cuál debe ser la mejor política de México respecto a sus dos principales socios comerciales. Hay que hilar muy fino.

    México tendría que, desde luego, decidir esto a partir de su interés nacional. Siendo claro que, por razones geopolíticas evidentes para todos, Estados Unidos debe mantenerse siendo nuestro principal aliado comercial, no podemos tampoco clausurar nuestras relaciones de todo tipo con Beijing.

    Este tema será esencial durante las próximas negociaciones comerciales con Estados Unidos, ya que seguramente el actual T-MEC será sustituido por otro tipo de acuerdo. Es necesario que los negociadores por la parte mexicana tengan muy claro cuál va a ser el interés de México respecto a China para que el resultado final de la ronda de negociaciones sea positivo para el País.

    El objetivo final es que México aproveche la cercanía geográfica con Estados Unidos pero también la pujanza económica china. Al mismo tiempo, nuestro País tendría que aprovechar los adelantos tecnológicos de ambas naciones para innovar a partir del contacto con sus empresarios, científicos, tecnólogos, financieros y académicos.

    En ese sentido se puede pensar en un esquema para México para promover la transferencia de tecnología desde China y Estados Unidos hacia nuestro País, de tal manera que nosotros podamos realizar nuestras propias innovaciones creativas. Ese es el camino.