Trump versus Washington
Utilizando gráficas sin sustento, medias verdades y exagerando el problema de la inseguridad en las calles de Washington, la capital de Estados Unidos, su Presidente Donald Trump vuelve a la carga y ha decidido sacar a la Guardia Nacional a las calles de la ciudad capital.
El anuncio parece uno más de los inventos de Trump, para que una vez terminado el operativo que durará 30 días, pueda salir a decir que ha resuelto los problemas de inseguridad en una de las ciudades más seguras de la Unión Americana.
La verdad, como todo lo que dice o hace Trump, siempre termina escondida detrás de sus laberínticos y enredados discursos, donde miente, falsea y exagera una y otra vez, hasta que termina imponiendo sus objetivos.
Y si se lee entre líneas, puede verse que, desde que inició su carrera en la política, Trump siempre se ha estrellado en las urnas de Washington, una ciudad dominada por los demócratas y donde nadie lo quiere.
Washington siempre ha sido una ciudad culta, repleta de arte y amante del silencio, la prudencia y el buen gusto, elementos que hacen ver a Trump como chivo en cristalería y donde nunca se ha sentido en casa.
A pesar de que las cifras señalan que la delincuencia se ha reducido en la capital, Trump dice lo contrario, califica a Washington de ser una ciudad sucia y peligrosa, además de utilizar un peligroso discurso en contra de los “sin techo”, a los que quiere expulsar de la ciudad.
La nueva pataleta de Trump parece una más de sus “cortinas de humo”, para ocultar lo que es evidente: su gobierno no termina de carburar y sus medidas económicas siguen enfrentándolo contra el resto del mundo, algo que podría ser muy costoso en el futuro, en la relación con sus aliados.
Y mientras se pelea con sus propios amigos ha decidido sacar a la calle a los militares, insultando a la policía de la capital, asegurando que pronto volverá a hacer grande a Washington; la ciudad que lo único que quiere es deshacerse de él.