Las promesas de Trump

Editorial
24 junio 2025

Donald Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos prometiendo que terminaría con las guerras en el mundo y que jamás llevaría a Estados Unidos a un nuevo conflicto.

Su principal y primer objetivo fue la guerra de Ucrania, uno de los arbitrajes que prometió resolver de manera rápida. Cinco meses después, la guerra iniciada por Putin no sólo sigue, además se ha convertido en un conflicto cada vez más complejo.

Ucrania continúa siendo atacada por Rusia y a pesar de las intervenciones de Trump, no ha conseguido ni siquiera una propuesta seria de ninguno de los dos países para terminar con el conflicto.

Quizá su único logro que puede presumir es un intercambio de prisioneros que ilusionó a la comunidad internacional, pero el resto de sus intentos lo han dejado ver tan mal, que parece que el Presidente de Rusia se mofa de sus pretensiones de árbitro en un conflicto donde nadie parece hacerle caso.

Y si no consiguió contener a los rusos en Ucrania, en el Medio Oriente entrega peores cuentas. A pesar de su retórica en favor de la paz, terminó ayudando a Israel bombardeando las instalaciones nucleares de Irán.

La participación de Estados Unidos en este conflicto entraña derivas, incluso legales, ya que ni siquiera pidió permiso al Congreso para desplegar sus aviones de guerra en territorio extranjero.

El problema de las decisiones de Trump es que no sólo afectan a su país, afectan al mundo entero. Una escalada militar en contra de un país como Irán puede poner de cabeza la economía mundial, ya bastante nerviosa con las histriónicas decisiones de un Presidente que promete una cosa y termina haciendo otra.