Pide Obispo de Mazatlán atacar la violencia reduciendo desempleo y con justicia
"Las autoridades deben reconocer el “desborde” delictivo para que la sociedad lo sepa y ponga de su parte, dice"
MAZATLÁN._ La violencia e inseguridad deben combatirse no sólo con fuerza, sino reduciendo el desempleo, la falta de justicia y transparencia, consideró el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras.
“Es un gran desafió que tienen las autoridades y la sociedad mexicana y va resultando sumamente difícil, pero no solamente se debe combatir con la fuerza pública, también tiene que ir a la par tener fuentes de trabajo, que la sociedad tenga mayor transparencia, y mayor justicia”, dijo.
Consideró que las autoridades deben reconocer el “desborde” delictivo para que la sociedad lo sepa y ponga de su parte.
Sin embargo, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel hizo una declaración reciente en donde asegura que la violencia no ha rebasado a las autoridades.
En la semana, la caseta de peaje de Mármol fue cerrada a la circulación debido a un enfrentamiento armado generado por el recrudecimiento de la violencia en el municipio de Elota.
Espinosa Contreras comentó que la situación en rancherías y comunidades pequeñas a afectado las labores religiosas de sacerdotes que viajan a esos pueblos.
Callan balacera en San Ignacio con seis muertos, dice Obispo
El Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, dice que hay casos de violencia en Sinaloa que no trascienden.
“La víspera del Domingo de Ramos en Piaxtla, (San Ignacio), el Padre que fue para allá se encontró de cerca con una balacera y murieron seis personas, pero parece que eso no salió en los periódicos porque hay casos así, que no trascienden.
“Es una preocupación constante, los padres de esos puntos que están más álgidos tienen que andar con más cuidado... se les ha recomendado que por las noches no se hagan trabajos apostólicos y que no viajen de noche”, añadió.
Tan solo ayer domingo, en el último día de vacaciones, 11 personas fueron encontradas asesinadas en Culiacán, Navolato y Elota.