Lamenta Rector Diocesano disminución de alumnos al Seminario de Mazatlán

Alexis García
30 junio 2025

Pese a la baja de jóvenes que se interesan por la devoción sacerdotal, el Padre Gustavo Díaz espera que la devoción por el camino de Jesús se mantengan en ellos gracias a la guía de los seminaristas

MAZATLÁN._ A cargo de la rectoría del Seminario Diocesano de Mazatlán desde 10 años, el Padre Gustavo Alonso Díaz Ruiz reconoce que en los últimos tiempos ha disminuido, en gran manera, el ingreso de jóvenes con vocación sacerdotal al recinto espiritual; algo que no preocupa, pero sí ocupa al gremio.

A pesar del poco interés de los adolescentes por la religión y el terreno espiritual, el Padre Gustavo se apega a la historia de la iglesia católica a través de los siglos, para confiar en que Jesús siga llamando a los jóvenes y que estos responden generosamente uniéndose a sus filas.

“Nosotros sabemos que esto de la crisis vocacional es a nivel mundial, pero no deja de pasar en diferentes partes del mundo que hay resurgimiento de las vocaciones, jóvenes que responden con prontitud y generosidad al llamado de Jesús dentro de la iglesia al sacerdocio”, dijo Díaz Ruiz.

“Sabemos que ha disminuido muy considerablemente el ingreso de alumnos al Seminario, como escuchábamos hace un momento. Son números muy pequeños, de uno, dos, tres o cuatro, pero no deja de haber quienes ingresen al seminario”.

Señaló que en las últimas generaciones han registrado pequeños grupos de 1 a 4 personas que optan por el sacerdocio; sin embargo, al ser varios años de estudio y mucha dedicación y fortaleza, al final son poco los que se terminan recibiendo como padres. Es por eso que buscan lanzar convocatorias más atrayentes para que la juventud mantenga su fe en Dios y la iglesia.

Por otro lado, comentó que ante los tiempos de violencia que se vive en el estado de Sinaloa, es clave que los párrocos y sacerdotes puedan llevar al testimonio de vida, a los jóvenes, así como el servicio a Dios para creer un puente de paz entre hermanos; todo con la intención de alejarlos del mal camino.

“Mira, sobre todo es el testimonio que demos nosotros sacerdotes y todos los que somos católicos. Testimonio de que seamos coherentes con nuestro estilo de vida, de que lo que hablamos lo cumplamos; es decir, dar un buen testimonio de hijos de Dios, de cristianos y sobre todo ser constructores de paz en un mundo”.

“Nuestros pueblos están lacerados por la violencia, así que la mejor manera de promover las vocaciones es el ejemplo sencillo y humilde que encontramos en tantos sacerdotes que entregan su vida al servicio de la iglesia y de los demás, así como el testimonio de vida para ellos”.

Actualmente el Seminario Diocesano de Mazatlán cuenta con 13 seminaristas y 13 en confrontación, los cuales llevan su proceso después de estudiar el diaconado, presbiterado y episcopado. Y cabe mencionar que a estos alumnos de les un periodo para que vayan a trabajar a un oficio normal y conozca la otra realidad del mundo.

“Los estudios propiamente sacerdotales comprenden filosofía y teología, son tres años de filosofía y cuatro años de teología y después, antes de ordenarse, algún servicio pastoral en alguna parroquia, terminando los estudios sacerdotales. Primero el diaconado, presbiterado y episcopado son los tres grados que se da el sacerdocio; sobre todo es una vida de servicio, ya que sin servicio nos convertimos en dictaduras”.

“A los alumnos, en un espacio después de segundo de teología se les permite que vayan a trabajar como cualquier obrero en alguna empresa, que estén integrados a su familia para que puedan aportar alguna ayuda económica y para que vivan la realidad que viven ustedes cada día en su trabajo, llevando el pan de cada día”.