El mangle no es culpable de las inundaciones en Mazatlán, advierte Conselva
La zona de manglares, contrario a lo que se cree, ayuda a absorber el agua; el problema de las inundaciones es otro, advierte
Las alteraciones sufridas por el arroyo Jabalines y su capacidad de desfogue que ha sido drásticamente reducida en las últimas décadas, son el verdadero problema detrás de las inundaciones en la zona urbana de Mazatlán y no la presencia de manglares, señaló Sandra Guido, directora de Conselva, Costas y Comunidades.
Ante las declaraciones realizadas por el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, el cual se comprometió con la poda de mangle para prevenir inundaciones, Sandra Guido señaló que tal medida no vendría a resolver esta problemática.
“A los manglares se les ha culpado de las inundaciones y, por esa razón, se han hecho talas para tapizar con cemento partes del arroyo Jabalines, y se han cortado mangles, se ha tapizado con cemento y se siguen inundando”, expresó.
De acuerdo con la directora de Conselva, el arroyo Jabalines recibe agua de casi 16 arroyos que desembocan en él, por lo que tiene un área de captación muy amplia concentrando grandes volúmenes de agua en poco tiempo.
Sumado a esto, la reducción de la boca del cauce, que en el pasado alcanzaba los 300 metros de ancho, hoy apenas mide 63 metros, lo que limita la salida del agua hacia el mar.
“¿A dónde se va a ir toda esta captación de agua?, tienes mucha captación que se concentra en un solo arroyo, que le han reducido su área de inundación natural y encima tiene la boca cerrada, la verdad es que los mangles no tienen nada que ver con eso, al contrario”, comentó.
Guido señaló que los mangles cumplen una función primordial para evitar inundaciones, ya que el suelo donde éstos crecen actúa como una esponja natural, absorbiendo gran parte del agua y filtrando contaminantes, además de ser un refugio para distintos tipos de aves.
Para reducir el riesgo de inundaciones, Guido propuso un plan integral en el que se incluye el abrir la boca del estero para facilitar la salida del agua al mar, así como construir pequeñas obras de retención que permita filtrar el agua en el subsuelo antes de que desemboque en el arroyo Jabalines.
“Estas inundaciones se corrigen precisamente en su origen, uno en la salida del agua y el otro en la captación del agua y con eso ya lo tenemos. Estas son soluciones basadas en la naturaleza, utilizan la capacidad de absorción que tiene el suelo para absorber parte del agua”.
“Mientras más cemento le pongamos, esa agua va a correr más rápido, se va a inundar más, se va a subir porque no hay nada que esté absorbiendo si le ponen cemento. Al contrario, el suelo que está en los canales está ayudando, absorbiendo una parte de las inundaciones”, agregó.
En lo que respecta a la declaración del Gobernador de solicitar un permiso a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Sandra Guido expresó que existe una legislación ambiental en México que establece que, en casos de Protección Civil, se puede autorizar de manera excepcional la tala de mangle con el objetivo de proteger a la ciudadanía en situaciones de riesgo.
Sin embargo, destacó que esta disposición ha sido malinterpretada y en algunos casos, aplicados de manera errónea en Mazatlán en el pasado para intervenir áreas del arroyo Jabalines, eliminando vegetación y recubriendo con cemento sectores del cauce, aunque el resultado no ha sido favorable, pues las inundaciones persisten y en algunos puntos, se han agravado.
“A pesar de que ya se han talado bastante kilómetros de mangle, si nos seguimos inundando, el problema es otro, y como lo mencioné, estos problemas se solucionan en su origen. Una es la captura de agua y la segunda su salida”, declaró.
“Haciendo lo mismo una y otra vez y viendo que no se tienen resultados, y volver a hacer lo mismo otra vez, pues es esperar a que sigamos teniendo los mismos resultados que hemos tenido hasta ahorita”, puntualizó.