Color y alegría inundan el malecón de Mazatlán durante el segundo desfile del Carnaval

Carlos Robles
04 marzo 2025

Miles de personas se reunieron en la Avenida del Mar para disfrutar de una vibrante mezcla de música, fantasía y cultura, para dar cierre a la máxima fiesta del puerto

MAZATLÁN._ Una vibrante paleta de colores fue la que tiñó la Avenida del Mar este martes, donde miles de mazatlecos se dieron cita para disfrutar del segundo desfile del Carnaval Internacional de Mazatlán 2025 “La Perla”.

Con una sublime puesta de sol como telón, la esencia del puerto quedó plasmada a lo largo del paseo costero, donde la festividad, la calidez y el ambiente familiar, se encargaron de brindar alegría y creatividad para adornar cada rincón.

Las familias comenzaron a arribar a la Avenida del Mar desde muy temprano, abarrotando el lugar desde el Monumento a los Lobos Marinos hasta el Escudo de Sinaloa, en el Paseo Olas Altas.

Ansiosos por ser testigos de este singular espectáculo, niños, padres de familia y grupos de amigos, se fueron acomodando en lugares estratégicos, protegiéndose del sol con gafas, gorras y sombreros.

Al igual que este primer desfile, el ambiente se mostró lleno de una visible emoción, evocación de un reencuentro festivo, el cual solamente puede invocar el Carnaval de Mazatlán, donde la gente dejó a un lado la rutina diaria para convertirla en un regocijo de luces, música y diversión.

En punto de las 16:30 horas, el estallido de un cohete marcó el arranque oficial del desfile, para que los carros alegóricos comenzarán a realizar su travesía a lo largo de la Avenida del Mar, Paseo Claussen y Paseo Olas Altas.

Figuras mitológicas, criaturas marinas y personajes de la tradición marítima y carnavalera, danzaron al son de los diferentes ritmos que se apoderaron de esta máxima fiesta.

Los rayos del sol fueron impulsores de la majestuosidad que los carros alegóricos emitían, haciendo resplandecer cada uno de sus rincones bañados en brillantina dorada.

La impecable figura de la Reina del Carnaval 2025, Lucero I, lució en la cima de una carroza, en la cual fue acompañada por su corte real de princesas, Grecia, Fernanda, Samantha, Mariana, Mariant y Evelyn.

Detrás llegó con gran majestuosidad Desiré I, Reina del Centenario de los Juegos Florales, junto a las princesas Lesly, Sandra y Melissa, al ritmo de la música regional a cargo de la banda La Incondicional, para dejar un ambiente lleno de algarabía en los presentes.

Un mundo de fantasía se fue abriendo paso para marcar la llegada de la sección infantil a este desfile, donde narvales, medusas, lobos marinos, peces voladores, así como barcos voladores deleitaron a los espectadores.

Plasmando en su rostro una emoción incomparable, Ángela I fue recibida como una Reina Infantil de este Carnaval se lo merece, entre aplausos y ovaciones, a bordo de un enorme barco volador.

Quien también llegó envuelta en una ambiente lleno de alegría y diversión fue la Reina de la Poesía Ximena II, sobre un colorido y luminoso carro alegórico, custodiada por dos enormes peces voladores.

Finalmente, el Rey de la Alegría, Brayan I, navegó a lo largo del malecón sobre un colosal barco pirata, junto al Príncipe del Carnaval, Sergio Osuna: y el Marqués, Roberto Sedano, dispuestos a proteger el máximo tesoro del carnaval, “La Perla”.


La reina de las redes sociales

Una de las participaciones que causó gran revuelo durante este segundo desfile del Carnaval fue la que realizó la pequeña Aitana Karina Lizárraga Lizárraga, después de haberse vuelto viral el pasado domingo en redes sociales al verse paseando y diciendo adiós con gracia y elegancia, al término del primer desfile.

Por tal motivo, la pequeña de tan solo 5 años tuvo la oportunidad de sumarse a la máxima fiesta del puerto en la parte más alta de la carroza conmemorativa a los 100 años de los Juegos Florales, acompañada por las reinas que han portado esta corona a lo largo de este centenario.

Quienes no pudieron faltar en esta enorme fiesta, fueron las comparsas, vestidas en una amplia variedad de atuendos decorados con lentejuelas, plumas y brillantina, que desfilaron con energía y vigor, bailando sin cesar contagiando a la multitud de esta algarabía carnavalera.

Con una esplendorosa puesta de sol de fondo, el desfile del Carnaval nos demuestra que Mazatlán no solamente es una ciudad de fiesta, sino un lugar de encuentro familiar, donde pareciera que el tiempo se detiene para disfrutar del momento al máximo.

Por tal momento, cuando el desfile llegó a su culminación, no hubo ni tristeza ni lamento, sino un ambiente de satisfacción de haber vivido esta experiencia compartida por miles de personas, quienes atestiguaron una de las tradiciones más queridas de Mazatlán y su gente.