La Santa Sede al OIEA: Prevenir la proliferación de armas nucleares
El Subsecretario para Asuntos Multilaterales, monseñor Daniel Pacho, se dirige a la 69 Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica: El aumento del gasto militar es una afrenta para toda la humanidad
Garantizar el uso pacífico de la energía nuclear y prevenir la proliferación de armas nucleares es un imperativo moral.
Esta firme postura de la Santa Sede fue reafirmada este 16 de septiembre por monseñor Daniel Pacho, Subsecretario para Asuntos Multilaterales, quien, tras entregar los saludos del Papa León XIV a los participantes en la 69 Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), expresó el agradecimiento de la Santa Sede por la incansable labor, incluso en condiciones difíciles, del Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, y de los miembros de la Secretaría.
El contraste entre el gasto militar y las necesidades primarias
El deber de prevenir la proliferación de armas nucleares, según el arzobispo Pacho, “es particularmente evidente en la era actual, en la que la incongruencia de asignar recursos valiosos al desarrollo y la acumulación de armas nucleares contrasta marcadamente con el hecho de que tantas personas en este planeta luchan por sobrevivir”.
El Subsecretario para Asuntos Multilaterales expresó su preocupación por el aumento del gasto militar, en particular el gasto nuclear, calificándolo de “una afrenta a toda la humanidad, ya que una confrontación nuclear grave tendría sin duda un impacto irreparable y devastador, y resultaría en una pérdida de vidas humanas sin precedentes”.
80 años desde Hiroshima y Nagasaki
Al recordar el 80 aniversario del dramático lanzamiento de bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, Pacho reafirmó el compromiso de la Santa Sede con los principios fundadores de las Naciones Unidas, el OIEA y el desarme. Las armas nucleares, afirmó el Subsecretario, “son indiscriminadas, desproporcionadas y fundamentalmente incompatibles con los principios humanitarios y éticos. Además, su posesión y almacenamiento solo pueden exacerbar aún más los temores y provocar reacciones injustificadas, creando riesgos sin precedentes”.
Asimismo, según la Santa Sede, respetar las misiones de monitoreo y las actividades de verificación del OIEA “es crucial hoy para reconstruir la confianza mutua necesaria para reanudar el diálogo, construir la paz y garantizar la seguridad regional y global”.
Preocupación desde Ucrania a Oriente Medio
Monseñor Pacho expresó entonces su preocupación por la “terrible guerra en Ucrania” y la crisis en Oriente Medio, al tiempo que subrayó que atacar militarmente las instalaciones nucleares de Irán “tiene el potencial de provocar una mayor escalada, agravando aún más la situación”.
Citando las palabras del Papa León, el Subsecretario reafirmó “la necesidad de revitalizar la diplomacia multilateral” y las instituciones internacionales destinadas a resolver disputas, a la vez que se detiene “la producción de instrumentos de destrucción y muerte”.
En este sentido, Pacho observó que el OIEA es “el modelo del multilateralismo”, “más importante que nunca en un mundo cada vez más fragmentado”.
La energía nuclear civil
Por último, el Subsecretario de Asuntos Multilaterales hizo una distinción respecto al uso de las tecnologías nucleares con fines pacíficos, en los campos de la medicina, el cambio climático, la agricultura, la gestión del agua y la energía. “Este uso”, especificó, “debe regirse siempre por un sólido marco regulatorio basado en principios éticos: seguridad, transparencia, justicia intergeneracional y cuidado de la Creación”.