Revelan las causas de muerte de Ozzy Osbourne
La ocupación de Osbourne según consta el documento oficial de su defunción como: ‘compositor, intérprete y leyenda del rock’
Ozzy Osbourne, ícono absoluto del heavy metal, falleció el pasado 22 de julio a los 75 años. Aunque partida no solo deja un vacío en el mundo de la música, también marca el fin de una era que transformó el rock para siempre.
La noticia fue confirmada oficialmente por un certificado de defunción presentado en Londres y citado por The New York Times, donde se le reconoce en su ocupación como:
“Compositor, Intérprete y Leyenda del Rock” (porque sí, hasta el Estado lo reconoció como tal).
El parte médico detalla que Osbourne murió de un paro cardiaco derivado de una enfermedad de las arterias coronarias, condición agravada por el Parkinson que padecía desde hace años y que había hecho público en 2020. Su hija, Aimée Rose Osbourne, fue quien entregó el certificado.
Ese día, un helicóptero de emergencias aterrizó cerca de su casa en Chalfont St. Giles, Buckinghamshire. El equipo médico permaneció más de dos horas en la propiedad, y posteriormente trasladaron a Ozzy al Hospital Harefield, en el suburbio londinense de Uxbridge. Pero ya era demasiado tarde.
Desde que anunció su diagnóstico, Ozzy nunca dejó que la enfermedad lo definiera. Además del Parkinson, sufría una disfunción autonómica, un tipo de complicación que afecta funciones como la presión arterial y el ritmo cardiaco. Aun así, el cantante siguió lanzando música, haciendo apariciones públicas y manteniendo contacto con sus fans.
De hecho, semanas antes de su fallecimiento, Osbourne logró un momento histórico: una última reunión con Black Sabbath en Birmingham, su ciudad natal. Fue su despedida de los escenarios y del público que lo acompañó por más de cinco décadas.
Un funeral íntimo y un adiós colectivo
El funeral de Ozzy se realizó de forma privada, solo con sus seres más cercanos. Aunque no se ha revelado la ubicación exacta de su tumba, se sabe que descansa en algún lugar de Inglaterra, cerca de su familia. Pero el verdadero homenaje sucedió en las calles: miles de personas se reunieron en Birmingham para despedir al hombre que dio voz a “Crazy Train” y “Paranoid”.
Días antes de su muerte, las redes sociales se llenaron de teorías descabelladas, incluyendo una sobre un supuesto pacto de suicidio con su esposa Sharon. Fue su hija Kelly Osbourne quien salió a aclararlo todo el 11 de julio:
“No se está muriendo. Sí, tiene párkinson, y sí, su movilidad es completamente diferente a la de antes, pero no se está muriendo. ¿Qué te pasa?”, escribió en su cuenta de Instagram. Lamentablemente, esta vez era verdad. Ozzy Osbourne, el Príncipe de las Tinieblas, el hombre que cambió la historia del rock, ya no está con nosotros. Pero su legado se queda, tan potente como un solo de guitarra a todo volumen.