‘El cuento permite más libertad para experimentar’: Ana García Bergua

Noroeste/Redacción
04 septiembre 2025

La escritora ganadora del Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo presidió un Encuentro con Lectores, en torno a su obra

Para la escritora Ana García Bergua, los cuentos han sido un territorio de mayor libertad.

“Como que siento que la novela, aunque te da mucho espacio para experimentar, para entrar en los personajes, pero el cuento me permite experimentar”, expresó.

Al entablar Encuentro con Lectores, con la participación de Adriana Velderrain, Isaac López, Dina Grijalva y Raquel Cota, con la moderación de Karen Limón.

En el Centro de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura, donde se habló sobre su obra, la escritora ganadora del Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo dijo que “con la novela me he sentido como un poco con más responsabilidad de sentir que no me puedo salir de cierta estructura, de cierto plan y volver a empezar”.

En cambio, agregó, “el cuento me ha permitido experimentar, probar más situaciones a veces muy absurdas y tratarlas como si fueran situaciones más realistas y a ver qué pasa con eso, incluso cosas de corte fantástico, como un fantasma que de pronto tiene hambre; el cuento me da libertad de hacer esas cosas, y llevar a los personajes a extremos que luego no son del todo realistas”.

La autora de libros como El umbral, Púrpura, Isla de bobos, La bomba de San José, Rosas negras y Edificio. La tormenta hindú y otras historias, se refirió además al humor en sus obras literarias, y dijo que la narrativa es cosa de contrastes, como en el cuento Rosas negras, sobre una persona muere en restorán, y su alma ve comer a los comensales, y porqué va a sufrir un alma nada más por sus pecados, sino que también sufre porque pierde todos los goces físicos.

De la crónica y los textos cortos, dijo que estos se le dan desde muy joven, “cuando escribía en el semanario de Novedades, que ya no existe, en una sección llamada Asteriscos, con textos muy cortos, y allí muchos escritores sacaban desde sus pleitos con las estaciones de radio hasta cosas de la cultura y de la cotidianidad, y allí empecé a armar textos chiquitos de cosas que veía en el Metro, de los perros de la calle que entonces abundaban y que eran como una especie de vida en la ciudad, lo que tenía cierto misterio y me empecé a interesar por esas cosas que veía uno en la calle, como esos misterios que hay en la vida cotidiana”.

En la charla fue cuestionada también sobre sus primeras lecturas y dijo que de niña era una devoradora de comics, que es una escuela narrativa muy buena, y leía todas las secciones de monitos, de todos los periódicos que su padre compraba los domingos; leía revistas sobre espectáculos, pues su padre era crítico de cine, y leía mucho, y además de novela inglesa y francesa.