¿Conoces las preferencias de tu cerebro?

Paúl Chávez
16 agosto 2025

Conocer qué partes de tu cerebro dominan, explica en parte, cómo eres, cómo diriges, cómo tomas decisiones y te ayuda a detectar sesgos que ni idea tenías.

Todos tenemos preferencias

Algo que facilita conocernos de otra manera es conocer qué preferencias tiene tu cerebro. Sí. Aunque te parezca raro el cerebro también tiene sus gustos; conocerlos te abre una ventana a un mundo insospechado que nos permite entender cómo somos, como captamos el mundo, cómo aprendemos, por qué los demás ven las mismas cosas de distinta manera, y lo más relevante: empezar a descubrir tus sesgos. O sea, lo que no tienes ni idea ahora.

Justo aquí se abren las puertas del cambio. En efecto, no puedes mejorar lo que no ves. Los sesgos importan en la toma de decisiones y al ser creativos. Se requiere ayuda externa para detectarlos porque uno está dentro de la pecera.

No es casualidad que prefieras una mano sobre la otra, que un zapato se desgaste más, que prefieras cocinar que analizar algo, que hables mucho o hables telegrafiado. Tu cerebro juega un papel decisivo, es el órgano más importante y el más olvidado. Merece que le pongamos atención porque hay mucho en juego, si lo ejercitamos rejuvenecemos creando nuevas redes neuronales, evitando enfermedades seniles, al atrofiarse perdemos algo de nosotros.

El Dr. Roger Sperry ganó el premio Nobel porque descubrió la especialidad de los hemisferios cerebrales; el hemisferio izquierdo analiza, abstrae, concreta, calcula, aterriza; el derecho intuye, imagina, especula, juega, es emocional, empático, artístico y social.

También hay un modo cerebral donde predomina la corteza prefrontal donde pensamos, creamos y tomamos decisiones y un modo límbico donde predominan las emociones e impulsos. Por naturaleza puede predominar un hemisferio sobre el otro y el modo cerebral o el límbico. ¿En qué hemisferio está el sentido común?

Un modelo cerebral

A otro genio se le ocurrió medir las preferencias de los hemisferios y de los modos cerebrales creando una metodología para representarlas en un modelo teórico de manera gráfica y a colores fácil de entender. Lo premiaron por su aportación que ha cambiado a mucha gente y al mundo.

Tuvimos la fortuna de conocer esta metodología en los EEUU, nos atrajo su gran soporte e investigación de campo mundial. La hija y CEO de esta empresa nos certificó en lugar de su padre, entonces retirado, complementándola con otras.

El entrenamiento fue impactante, jamás había estado en algo similar ¿El truco? Usó los dos hemisferios y los dos modos cerebrales para enseñar. Es decir, fue interactivo, jugamos, analizamos, trabajamos en equipo, medimos, ejercitamos y desde el inicio aprendimos de una manera que no se puede olvidar.

La enseñanza actual está rebasada

Se sigue enseñando mal pensando que se hace bien, no solo porque la obsolescencia ocurre en menos tiempo. El coeficiente entre lo estudiado y lo aprendido es muy bajo aun en las mejores universidades: demasiadas horas de clases, de estudio, tantas tareas, para aprender tan poco y olvidarlo pronto. ¿Qué tanto recuerdas lo del semestre pasado, de la carrera, la prepa, de la primaria?

Decía el poeta T.S. Lewis “Donde está el conocimiento que se nos ha perdido en información, dónde está la sabiduría que se nos ha perdido en conocimientos”.

Enseñar lo más importante

No se enseña lo más importante: a saber pensar, a educar el sentir, a crear, a conectarnos con nosotros mismos y a ser empáticos. En realidad en las universidades hay muy pocos eruditos y escasean los sabios.

Decía el teólogo Garrigou-Lagrange que “hay 3 clases de profesores: el profesor principiante que enseña lo que no sabe; el que tiene experiencia que enseña lo que sabe... y el muy experimentado, que enseña lo que el alumno necesita”.

En efecto, la enseñanza trata a los alumnos como iguales (como si tuviesen las mismas preferencias cerebrales y modos de ser), la lógica domina en los salones de clases, pero la vida es distinta, sucede de improviso, no en la forma en que están escrita los libros: en secuencia, en partes. Se premia lo lógico analítico, pero se olvida la urgente creatividad. Los nuevos problemas exigen nuevos planteamientos no esquemas obsoletos. Los niños aprenden con ambos hemisferios, por eso aprenden rápido.

En las empresas

Sucede algo similar, van a las tediosas juntas con Excel para rendir cuentas y se pone mal al que no cumple. Claro, a la hora de analizar las causas, nadie tiene la culpa, todos se señalan. Le gente no se arriesga porque cuida su pellejo. Urge afinar la visión y la creatividad en las sesiones de los consejos de administración, en las salas de juntas, en los escritorios. Esto le da sentido y rumbo a la empresa.

La experiencia que tenemos en cientos de casos y en varios países donde hemos atendido a ejecutivos, estudiantes, empresarios, es que cuando alguien nos llama para conocer sus gráficas de preferencias cerebrales, sea en persona y en equipos, se ven de otra manera, se integran mejor al reducir los conflictos y los pleitos familiares, al irse complementando con quienes piensan distinto; ven su negocio de otra manera, hacen cambios drásticos, saben qué tipo de perfiles encajan en los puestos, los estudiantes escogen mejor su carrera profesional y creamos juntos una estrategia para hacerlo integralmente.

Al descubrir tus sesgos abres nuevas oportunidades, descúbrelo por ti mismo, aquí nuestro correo.

paulchavz@gmail.com