Karla Murray, una vida dedicada a la danza, la docencia y el arte en Rosario

Hugo Gómez
15 mayo 2025

Desde los 8 años, Karla encontró en la danza su vocación y ha dedicado más de dos décadas a formar generaciones de artistas, fusionando su pasión con la educación y el rescate del patrimonio cultural

EL ROSARIO._ Para la maestra Karla Murray Aguilar, la danza surgió como una pasión desde la infancia que ha podido compartir como docente de las artes en las aulas en su lucha personal de dejar una huella en sus alumnos.

“Todos tenemos una misión en esta vida, creo yo, y tuve la oportunidad de darme cuenta desde muy niña de que esto a mí me apasionaba, entonces ya cuando lo ves plasmado como tal pues es un sueño cumplido y creo que como docentes pues voy dejando huella”, afirma.

La docente sostiene que no basta con dejar huellas, sino que se tiene que dar un extra de que estas sean bonitas.

“(Con el arte) tenemos esa gran conexión humana con Dios, yo así lo veo, y pues como docente para mí que una niña se acerque y te que quiera continuar porque ve en ti alguien que puede ser su guía, pues para mí es maravilloso”.

Aunque reconoce que en primer lugar llegó la danza, cuando apenas tenía 8 años y se visualizaba en los escenarios, 20 años más tarde llegó la oportunidad de ser docente por lo que descubrió la misma pasión por la docencia como medio de compartir el arte.

Karla precisa que fue en la Casa de la Cultura “Gilberto Owen” donde tuvo el primer acercamiento con la danza, teniendo como profesora a la entonces directora Rebeca Llamas, lo que dio la pauta a descubrir su vocación por la danza que la llevó a formarse.

“Y posteriormente pues ya me fui a formalizar, empecé estudiando danza pues de manera técnica porque estaba apenas en secundaria, después de manera profesional ya en los niveles de licenciatura, y ahorita ya tengo posgrado en la docencia”, dice.

La maestra recuerda que en ese momento, a la par de su formación, en la danza realizó su carrera en Turismo, donde buscó especializarse en el área cultura, en la Universidad Autónoma de Nayarit, pues su familia, aunque siempre le dio todo su apoyo, le cuestionaban quién vive de eso.

La profesora sostiene que nunca dejó la formación en danza, al punto de sacrificar su descanso para estudiar en la Escuela de la Danza Mexicana “Jaime Buentello Bazán”.

“A mí el arte me apasiona desde niña, yo descubrí que me gustaba todo esto porque hasta mis juegos siempre pues era jugar con faldas de colores, música, bailar como toda niña”, afirma.

Su primer contacto con la docencia fue tras egresar en la Casa de la Cultura local durante la administración de Aarón Flores, por lo que pasó de ser el lugar donde tantos años practicó la danza a formar nuevas generaciones por 25 años.

Dos años más tarde aseguró que ingresó a la Secretaría de Educación, en la Secundaria “Doctor Julio Ríos Tirado”, y tras jubilarse del Sindicato al Servicio del Ayuntamiento, concursó por horas para ser destinada a la zona rural de Chele.

“El arte se lleva en todos los escenarios con la misma intensidad, yo cuando estoy bailando debajo del árbol, en una cancha, en donde esté siempre me imagino, me visualizo como cuando era niña en el mejor escenario y que ya me han tocado pisar algunos importantes”.

En ese afán de seguir creciendo en y desde el arte, en 2008 fundó su escuela superior Caulyán, palabra del Tomotorame que significa fuego o purgatorio, que inició como carrera técnica, pasando a licenciatura, maestría y en vías de doctorado.

No obstante, Karla refiere que en primer lugar se pensó como ballet folklórico tras requerirle la presencia de bailarines en Estados Unidos.

“Son 17, ya varias generaciones, ya algunos son maestros, ya pues tengo ese gusto recibir a veces hijos de alumnos que tuvimos egresados”.

Consciente de la riqueza con la que cuenta el municipio, Murray, montó los espectáculos “Rosario en el tiempo” y “El regreso de las ánimas”, con una década ininterrumpida, la canción, traje típico y danza titulados “El Rosarense”.

Otra faceta, señala, ha sido la de escritora que descubrió tras su primera tesis sobre la danza de matachines; a la par movida por su gusto por la cultura se dio a la tarea de investigar y recabar la riqueza del municipio que se concretó en un libro denominado “Patrimonio Cultural de Rosario”, y poeta laureado en el 2024 del Premio Gilberto Owen en la Feria de la Primavera.

Debido a su entrega a sumar y enriquecer la cultura del municipio como de la entidad a una larga lista de reconocimientos en diciembre del año pasado, informó que fue galardonada por Gobierno del Estado y SEPyC a la práctica educativa por una relatoría de la labor docente en la zona rural.

Tal ha sido su impacto en el ámbito, que recientemente recibió la noticia de que fue postulada por una Universidad de Puebla, junto a otros tres profesores para recibir el título de “Doctorado Honoris Causa”.

Karla comenta este viaje en la educación desde el arte ha sido poder concretar su pación y que además se le remunere con un salario, por lo que siempre dará lo mejor de sí misma para que sus alumnos tras pasar por su aula busquen volar alto.