Jasper Philipsen degusta un triplete en Guijuelo en la etapa 19 de la Vuelta, Jonas Vingegaard es 4 segundos más líder
El competidor belga le ganó el pulso al danes Mads Pedersen y al venezolano Orluis Aular
GUIJUELO, Salamanca._ El belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck) no faltó a la cita de esprinters previa a la Bola del Mundo y logró degustar un magnífico triplete en Guijuelo, “la capital del jamón”, donde alzó los brazos como ganador de la decimonovena etapa de la Vuelta disputada entre Rueda y Guijuelo, de 161,9 km de recorrido, en la que Jonas Vingegaard mantuvo la roja.
Imbatible Philipsen en un final ligeramente ascendente que se disputó a cara de perro entre los velocistas de la Vuelta. El belga, primer líder del Tour de Francia con su victoria en Lille, ya lleva tres en la presente edición y 6 en total. Ganó el pulso al danes Mads Pedersen y al venezolano del Movistar, Orluis Aular.
Los favoritos llegaron con el mismo tiempo del ganador, cumpliendo con el trámite la víspera de la esperada última batalla, y definitiva, en la Bola del Mundo. Vingegaard amplió 4 segundos su renta sobre el portugués Joao Almeida gracias a un esprint intermedio, y ahora está a 44. Tercero en el británico Tom Pidcock a 2.43. El primer español es Abel Balderstone, decimotercero a 24.51.
Este sábado se disputa la vigésima etapa entre Robledo de Chavela y La Bola del Mundo, de 168,8 km. Se trata de la jornada más esperada de la Vuelta 2025 por la Sierra de Madrid. Cinco puertos en el menú en un sube y baja constante. Para empezar el Alto de la Escondida (3a, 9 km al 4,1), después el Puerto de la Paradilla (3a, 5,8 km al 5,4) y el Alto del León antes del ecuador de la etapa (7 km al 7,3).
La segunda mitad será definitiva para la general. Espero el Puerto de Navacerrada (1a, 6,9 km al 7,6) y el final esperado en La Bola del Mundo, Alto de Guarramillas (Especial, 3,1 al 12,2). La terrible pista cementada, que se ha visitado tres veces con la Vuelta, definirá la general.
Las medidas de seguridad serán excepcionales, los últimos kilómetros vallados y temor a volver a sufrir las alteraciones que están marcando la Vuelta.