Que los jóvenes de hoy no sean las víctimas de mañana: la educación como apuesta a la no repetición

Jesús Verdugo
11 agosto 2025

Las cifras respaldan la preocupación. De acuerdo con datos oficiales, en México el 6.7 por ciento de los adolescentes de 12 años ya no asiste a la escuela

Desde el 9 de septiembre a la fecha, 58 menores de edad han sido detenidos en Culiacán, en su mayoría por delitos de carácter federal como asesinato, portación de arma de fuego y halconeo. Las sanciones, en los casos más graves, oscilan entre 3 y 10 años de internamiento. Sin embargo, persiste la falta de claridad sobre los procesos de reinserción social para cada uno de ellos.

Para Nuria González Elizalde, directora general de Mexicanos Primero, el fenómeno tiene un origen profundo; las fallas del sistema educativo y la falta de acceso a las aulas como uno de los principales detonantes de muchos de los problemas de las infancias.

“Cada adolescente tras las rejas encarna una cadena de omisiones, oportunidades que se les negaron, derechos que se postergaron. Su presencia en los centros de internamiento no solo representa una infracción ante la ley, sino el fracaso de un sistema que debía protegerlos”, subrayó.

Las cifras respaldan la preocupación. De acuerdo con datos oficiales, en México el 6.7 por ciento de los adolescentes de 12 años ya no asiste a la escuela. A los 17, el abandono escolar alcanza el 32.9 por ciento. Esto significa que casi uno de cada tres jóvenes queda fuera de las aulas justo en la etapa más vulnerable.

La estadística muestra una tendencia negativa: en 2017, el 84.1 por ciento de los adolescentes internados tenía acceso a la educación; en 2022, la cifra cayó al 77.4 por ciento. Según González Elizalde, lejos de reconstruir oportunidades, muchos centros de internamiento reproducen la exclusión que ya vivían los menores en libertad.

Fuera del sistema escolar, el riesgo aumenta: trabajo infantil, consumo de drogas y reclutamiento por parte del crimen organizado. El INEGI señala que el 42.9% de los adolescentes en conflicto con la ley vive en pobreza multidimensional.

“Queremos insistir en la política pública de prevención: cuando garantizamos que un niño o un adolescente permanezca en la escuela, de alguna manera estamos evitando que esté en un centro de internamiento”, enfatizó la directora.

Sinaloa ya enfrenta precedentes. Entre 2008 y 2010, durante la última gran guerra del crimen organizado en Sinaloa; niñas, niños y jóvenes expuestos a la violencia de esos años podrían ser, hoy, parte de las dinámicas delictivas actuales.

“Sinaloa ya tiene una experiencia previa, es justamente la guerra del 2008 al 2010, que las niñas, niños y jóvenes de esos años, podrían estar siendo los generadores de violencia en esta guerra, que esa experiencia nos sirva para no repetirlo”.

El desafío es enorme, cortar el ciclo de abandono escolar, pobreza y violencia para que las infancias de hoy no se conviertan en las víctimas o victimarios de mañana.