Preparación del viaje a Mongolia

Rodolfo Díaz Fonseca
08 agosto 2025

La invitación del Vaticano que Javier Cercas recibió en 2023 para escribir el libro, que tituló “El loco de Dios en el fin del mundo”, resonaba en su cabeza cuando asistió a una recepción en la Capilla Sixtina. Contemplando los frescos de Miguel Ángel y escuchando música de Bach, decidió embarcarse en la aventura para buscar respuesta a la pregunta existencial de su madre, acerca de si encontraría a su fallecido esposo en la vida eterna. Cercas puso una condición al representante pontificio, Lorenzo Fazzini: que el Papa le concediera cinco minutos para platicar con él.

Fazzini le aseguró que gestionaría su petición y creía que no habría problema. Tres meses después, ya estaba instalado en las inmediaciones de El Vaticano. El viaje a Mongolia tuvo lugar del 31 de agosto al 4 de septiembre de 2023; previamente le facilitaron entrevistas con intelectuales, teólogos, cardenales y periodistas de El Vaticano para familiarizarse en esa temática.

Fazzini le insistió en el carácter excepcional del viaje, aunque le suplicó que no se sintiera presionado, pero sí subrayó la necesidad de valorar esa propuesta: “Francisco no ha visitado los grandes países católicos, pero viaja a Mongolia, un país budista con algo más de 3 millones de habitantes y apenas mil 500 católicos”. Añadió: “Este Papa quiere ir a donde nadie quiere ir, al lugar más remoto y difícil”.

En su libro, Cercas recuerda que el primer viaje de Francisco fue a la isla de Lampedusa, porque “leyó en un periódico que las playas de aquel pedazo de tierra italiana habían recibido muchos de los más de 25 mil cadáveres de emigrantes muertos durante la última década en su intento de cruzar el Mediterráneo desde las costas africanas, huyendo del hambre, la miseria y las guerras”.

¿Acepto los retos?