El Consejo de Administración en empresas familiares: liderazgo ético que protege el legado

José Mario Rizo Rivas
22 agosto 2025

En una empresa familiar, el Consejo de Administración no es un lujo ni una formalidad. Es el corazón institucional que da dirección, orden y protección al negocio. Su función no es solo decidir, sino cuidar el patrimonio, prevenir conflictos y asegurar que la empresa trascienda con ética y visión.

Hoy, más que nunca, implementar un Consejo es una decisión estratégica que marca la diferencia entre sobrevivir y construir legado.

En México, los miembros del Consejo de Administración tienen obligaciones legales que no pueden ignorarse. El nuevo Código de Principios y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo 2025 refuerza dos pilares esenciales:

Deber de diligencia: actuar con prudencia, buena fe y conocimiento, tomando decisiones informadas y respetando los límites legales y estatutarios.

Deber de lealtad: anteponer el interés de la empresa y la familia, evitar conflictos de interés, mantener la confidencialidad y abstenerse de actos dolosos

Estas obligaciones no son solo jurídicas; son éticas. Cada decisión puede tener consecuencias corporativas, fiscales e incluso penales. Por eso, el rol del consejero exige preparación, integridad y asesoría constante.

Un Consejo bien estructurado no solo cumple con la ley, sino que transforma la empresa familiar. Estas son sus funciones más valiosas:

Establece objetivos claros, evalúa riesgos y oportunidades, y asegura que las decisiones estén alineadas con el propósito familiar.

Evalúa el desempeño de la dirección general, revisa indicadores clave y asegura que se cumplan los planes estratégicos.

Cuida los activos, revisa inversiones y vela por la sostenibilidad financiera del negocio.

Promueve prácticas claras, revisa estados financieros y exige reportes periódicos que generen confianza dentro y fuera de la familia.

Actúa como árbitro en decisiones sensibles, promueve el diálogo y evita divisiones que puedan afectar la empresa.

Integra consejeros independientes, asesores externos y fomenta la capacitación continua de sus miembros.

Verifica que la empresa cumpla con sus obligaciones fiscales, laborales y corporativas, evitando riesgos legales.

Evalúa el impacto ambiental, social y ético de las decisiones, alineando la empresa con las nuevas exigencias del entorno

Gracias a las reformas legales, ahora es posible realizar sesiones de Consejo por medios electrónicos, facilitando la participación de talento nacional e internacional

Para ejercer su rol con eficacia, los consejeros deben:

Solicitar información completa antes de votar.

Manifestar inconformidades y dejar constancia en actas.

Denunciar irregularidades con pruebas.

Buscar asesoría especializada cuando haya dudas.

Elegir alternativas con base en conocimiento y conciencia.

Verificar el cumplimiento de acuerdos y leyes.

Promover mecanismos de denuncia confidenciales y programas de cumplimiento.

Participar en evaluaciones periódicas del Consejo para mejorar su desempeño

El Consejo no es solo un espacio de poder, sino un compromiso con la familia, la empresa y la sociedad. Cada decisión debe ser consciente, legal y ética, porque el verdadero legado es la confianza que se construye y el ejemplo que se deja.

La fuerza de una empresa familiar no reside solo en su patrimonio, sino en la integridad y el compromiso de quienes la dirigen.