Dinamismo
El informe de la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, fue bien recibido por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Contiene hechos tangibles de lo que se realiza en bien de la sociedad y lo que se plantea para el futuro, con el fin de detonar el desarrollo económico en toda la geografía nacional, produciendo bienestar para todas las capas sociales.
Son claras las estrategias que se vienen implementando en el territorio nacional, para que el desarrollo abarque a todos los núcleos sociales, sin distingos. Se tiene un gobierno que trabaja para toda la sociedad. Y el objetivo principal del actual régimen es lograr un país próspero, con una sociedad igualitaria; hacia allá caminamos con pasos firme y seguro en el rumbo que sigue el país.
El rumbo que ha trazado la cuarta transformación tiene bases sólidas, para alcanzar sus objetivos; y no hay nada que obstruya sus metas, que no son otras sino las de lograr un país pleno de justicia social. Con una oposición débil, sin más propuestas que volver al pasado, el gobierno de la doctora Sheinbaum marcha sobre ruedas. Lo vemos en muchos rubros, que antes nos parecían lejanos de alcanzar. Hoy los ciudadanos ven los avances en infraestructura, en programas sociales, en el decidido despliegue de fuerzas para asegurar la seguridad.
El dinamismo de la Presidenta Claudia Sheinbaum no es en vano, viene rindiendo frutos. Se tienen iniciativas para reformar la Ley Electoral, para asegurar el sufragio efectivo y hacer menos oneroso nuestro sistema de elecciones. Se impulsa una reducción de la jornada laboral a 40 horas, lo que permitirá una mejor calidad de vida de las familias de la clase trabajadora. En “La Mañanera”, la Presidenta informa cotidianamente una infinidad de hechos que los ciudadanos avalan en toda su dimensión. El trabajo fecundo de la Presidenta se afianza en la ciudadanía, orgullosa de tener la primera Presidenta en la historia del país.
Lo que también es digno de enfatizarse es la unidad de la ciudadanía con su Presidenta. Sus niveles de aprobación son los más altos entre los mandatarios de todo el mundo. Esta estabilidad hace que el país avance con buen paso en consolidar sus metas, a fin de alcanzar una vida mejor para el pueblo. No nos extraña que, gracias a esta alianza entre gobierno y ciudadanía, el país cada vez más obtenga resultados trascendentes y alcance una vida mejor para las clases trabajadoras y los sectores intermedios de la sociedad. Hay seguridad cierta en el pueblo, lo hemos dicho reideramente: pronto México va a salir del subdesarrollo.
Hay un sinfín de factores que influyen en el desarrollo de una sociedad. En nuestro país, esos factores indican óptimas condiciones para que el modelo económico de progreso con bienestar sea ascendente; esto pronto lo vamos a empezar a ver de manera tangible, en todos los ámbitos de la vida social, cultural y económica. Sin rebuscamientos, el progreso del país y sus habitantes se va a ver de manera diáfana más temprano que tarde.
Lo hemos venido afirmando, en nuestras proyecciones no partimos de suposiciones, hay señales ciertas que dan fuerza a lo que afirmamos respecto al futuro el país. México va a entrar en una etapa de desarrollo estable y combinado entre sus regiones. Estamos convencidos, por toda la infraestructura que se viene construyendo desde el sexenio anterior en el sureste, por la gran dinámica industrial en el norte, por el auge turístico y la creciente producción agroindustrial en el noroeste. En toda la geografía del país se abren grades expectativas, con polos de desarrollo que se están estableciendo y que detonarán tanto el progreso como el bienestar de las mayorías.
La alegría que manifiesta la ciudadanía no es fortuita, tiene un hondo sentido acompasado con el devenir del país en el corto y largo plazo. Lo que viene sucediendo en materia económica y social en el país traerá avances positivos para bien del pueblo.